J.A. González Iglesias, uno de los poetas más interesantes del actual panorama español, describió con este curioso título algo de lo que hemos hablado muchas veces por aquí:
"Vértigo de los libros, combinado
de agorafobia y claustrofobia, que
-por visión simultánea de tantos universos
históricos o íntimos, provisionalmente comprimidos
y a punto de estallar hacia otro caos -
se da en algunas macrolibrerías,
bibliotecas y ferias. Solamente
afecta a los amantes de los libros."
(Tomado de http://www.letraherido.com/)
No me digáis que no os sentís identificados... ;)
Su título me llamó la atención mientras leía el reportaje "Poetas de aquí y de ahora", de Juan Aldabaldetregui, para El País Semanal del pasado domingo. Y la reflexión final de Martín López-Vega me sacó una sonrisa (supongo que será porque yo también he escuchado muchas tonterías de ese estilo):
"A veces, entre poetas, uno oye estupideces de tipo: "Para mí ha sido más importante Bob Dylan que Quevedo." Si es en su vida, correcto. Pero si sus poemas se parecen más a las letras de Dylan que a Quevedo, no me interesa nada. A no ser que les ponga una música como la del cantautor, entonces me interesará, pero como cantante. Yo prefiero estar en la estela de Auden, no en la de Fofito."
La Vida en Miniatura, Mariana Sández
Hace 6 meses
A mi me pasa hasta en las librerías normalitas, no hace falta que me vaya a una enorme para ponerme mala.
ResponderEliminarY donde hay gangas y libros de segunda mano, me dan hasta palpitaciones.
pd. Lo de Fofito un pelín exageradillo ¿no?
¡Había una vez, un cir...! Vale, vale... Es que Loque me lo ha dejado "a huevo", como suele decirse.
ResponderEliminarLa verdad es que me siento plenamente identificado con los versos de González Iglesias (¡quién no lo haría, de todos cuantos pasamos por aquí!). Nuestro plan infinito es un plan de vida: aquellos libros amigos que deseamos que nos acompañen y todos aquellos que desearíamos conocer algún día. Es algo así como un "Facebook" bibliófilo, jejeje.
En cuanto a la reflexión poesía(o literatura, en general)-música, estoy con Martín López-Vega: a cada cual, lo suyo. Las influencias son benéficas en su justa medida, sin pasarse, jeje.
Un abrazote.
Loque: creo que a nosotros nos pasa en cualquier lado donde haya libros.:P
ResponderEliminarComparto lo de las palpitaciones en las librerías de segunda mano. La última vez que estuve en una, hace un par de meses en Barcelona, arrasé. ;)
Y sí, lo de Fofito es un pelín exagerado, pero se ve que el hombre se emocionó conforme se fue encendiendo, ¡ja, ja, ja!
Homo Libris: Es difícil no sentirse identificad con estos versos, ¿verdad? Me gusta tu reflexión sobre el Plan como un plan de vida. ^^
Yo también estoy de acuerdo con Martín López-Vega: es que los modernos van muy de modernos. Yo tengo un buen amigo que, en nuestra adolescencia (cuando era bohemio, como tiene que ser XD), decía que le había marcado más Lou Reed que cualquier poeta que hubiera que estudiar. Luego le entró el talento. Con todos mis respetos hacia Reed, que conste. ;)
¡Un abrazo a los dos!
¡otra a la que le dan palpitaciones cuando entra a la librería! jajaja ¡que bonita entrada!. El plan infinito es un reflejo de lo que somos como personas, de nuestros intereses y valores; y puede convertirse en una brújula para el camino.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ale.
Bibliobulímica: No creo que haga alguien entre nosotros al que no le den palpitaciones al entrar en la librería... Y no le tiemble la cartera, ¡ja, ja, ja!. ;)
ResponderEliminar¡Un abrazo!