Es curioso, pero siempre que voy al Parnasillo el día es soleado y la vieja Iruña parece más verde, más llena de color y vida. Pasear por sus dos plantas es un auténtico gozo para el bibliófilo: el olor a madera, a libro, que inunda la acogedora estancia. Deambular de estantería en estantería, pasando de Historia a Literatura Extranjera, con los ojos como platos, investigando; que si ahora cojo este volumen pero, espera, que éste también me interesa... Me encanta el fondo de esta librería, lo desearía para la mía: siempre se descubren libros que no esperabas volver a encontrar. Y, lo que suelo decir: si hay un libro que no te pueden conseguir en El Parnasillo, entonces la única solución es iberlibro, pedir ayuda para su búsqueda a Ardaleth o la desesperación. ;)
Pero lo que más se agradece de El Parnasillo es hablar con Javier López de Muniain si surge alguna duda o se busca un libro en concreto. ¿Hay algo que este hombre no sepa? Una vez leí, en una entrevista que le hicieron en el Diario de Navarra, que Javier decía que el secreto estaba en amar los libros y estar siempre informado. Las nuevas generaciones tomamos nota del truco encantados, pero seguro que no sabemos hacerlo tan bien como él.

Como era de esperar, me llevé unos cuantos libros aquella mañana. Conseguí, eso sí, reducir la compra de seis ejemplares a tres. Y estos son los elegidos:
- Apolo con el cuchillo en la mano, de Marcel Detienne. Tenía muchas ganas de hincarle el diente a este libro. ¡Adoro la selección de estudios helénicos de Akal universitaria! Tengo que admitir que me había hecho la firme proposición de no comprar durante un tiempo más libros sobre la Grecia clásica pero, qué se le va a hacer: la especialidad tira. ;)

