lunes, 28 de diciembre de 2009

Una escena de cine

Nos invitaba Selerkála hace unos días a enfrentarnos a la imposible tarea de elegir una escena de la historia del cine que nos hubiera impactado; nuestra escena favorita. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué cachonda, la tía! Es imposible elegir. Pero me parece una proposición la mar de interesante. Ya he hablado otras veces de varias escenas de cine aquí, siempre relacionadas con la literatura.

Si tuviera que elegir, siguiendo mis anteriores entradas relacionadas, me quedaba con la escena de la estación de tren de Las Horas, el primer plano de Nicole Kidman en Reencarnación... Y, por supuesto, varias de El Señor de los Anillos: el prólogo de La Comunidad del Anillo, desde luego. La escena de los regalos de Galadriel en su versión extendida. La muerte de Boromir, sin duda. La escena de Arwen y Elrond en Las Dos Torres, sacada de los Apéndices del libro. Y la caída de Gandalf en Moria, claro.

Pero mi corazoncito cinéfilo tiene una debilidad fuera de la literatura: El Gabinete del Doctor Caligari. Una de mis dos películas favoritas. Me quedaría con todas sus escenas, pero creo que mi favorita es la de Cesare huyendo por la ciudad con Jane a cuestas. ¡Maravillosa!



Pero claro, no podía hablar de una de mis dos películas favoritas sin hablar de la otra. Tan diferentes entre sí... Así soy yo: rara, rara. ;) Y como la segunda es una versión libre de La dama de las camelias de Dumas hijo, aprovecho la idea de Seler para poner aquí varias de mis escenas favoritas... de Moulin Rouge.

Vale. Haciendo un esfuerzo tremendo y olvidándome de esa maravillosa aparición de Satine en el trapecio, comenzaré diciendo que uno de mis momentos favoritos es el de Christian cantando "Your song". Para mí, el Orfeo moderno, este chico. ;)

Pero mi parte favorita, sin duda alguna, es la del "Show must go on", con unas interpretaciones de Oscar puro y duro. Por esta escena, simple y llanamente, deberían haberle dado el premio a Nicole y a Jim Broadbent, que por fortuna lo consiguió en esa misma edición de los premios de la Academia por su papel en Iris, porque si no... ;)

No puedo olvidarme, claro, de "El tango de Roxanne":

Y, por último, el "Come what may" final:



Así que venga, a ver buen cine y a leer La dama de las camelias. Que un poco de folletín al año no le viene mal a nadie. ;)

martes, 22 de diciembre de 2009

Book Requests

Ayer Ardaleth me pasó este gracioso gráfico. ¡Lo que nos reímos en casa! Porque, como trabajadora en una librería, puedo afirmar con rotundidad que es totalmente cierto. Sólo una pequeña diferencia: en este país, cambiemos Oprah por Stieg Larsson, Dan Brown, Falcones o, en Aragón, por la última novela de José Luis Corral y ya está. Verdad de la buena. XDDDD


Últimas anécdotas prenavideñas: "La crisis de las tortugas ninja" por La crisis ninja, "la segunda parte de El Fuego que es de tapa amarilla" por El símbolo perdido, "El mongolo" por El Idiota de Dostoievski y el gran descubrimiento de que Saramago es un autor español. Y, por supuesto, el gran handicap: la gente sigue sin diferenciar ensayo de novela. ¡Ah, cuánta consternación en Zaragoza porque Historia de España en el siglo XX de Casanova es un ensayo y no una novela histórica! XDDDDDD

viernes, 18 de diciembre de 2009

Edipo

Hoy os traigo aquí Edipo, un microcuento adelanto de la recopilación Pequeño, retorcido y difícil de Manu Barceló. Manu destaca en diferentes ámbitos artísticos: dibujo, música... Pero su debilidad ha sido siempre la literatura y el cine. Otro ejemplo de su buen hacer como escritor es su trabajo como creador y guionista del corto Box, así como de su fotografía y producción.

Espero que os guste y que comentéis, aunque yo a Manu lo mire con buenos ojos. ;)

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Meme from Lammermoor

Hablando de libros...

USOS Y COSTUMBRES

1. ¿Acostumbráis a leer un libro de cada vez o simultaneáis varias lecturas?

Es evidente que siempre leo varios libros a la vez. Generalmente, una novela en casa, otro de bolsillo (ensayo o novela) que me llevo a todas partes en el bolso, y los obligatorios para clase y/o trabajos. Ahora mismo, estoy con Regreso a Troya y con Prometeo de Carlos García Gual e Historia y cultura de Ian Morris, que espero acabar en breve (es lo que tiene ir haciendo esquemas y resúmenes durante su lectura). Ayer terminé una maravillosa antología de Keats de Olifante en la sala de espera del médico. ^^

2. ¿Qué sistema empleáis para recordar dónde lo habíais dejado?

Los marcapáginas son mis amigos. ^^

3. ¿Leéis en el baño? En ese caso, ¿qué tipo de lectura?

¡Claro, vaya pregunta, ja, ja, ja! En esta casa, o revistas de cine y de historia o lo que se esté leyendo en esos momentos. Es muy normal encontrarte en el mueble del baño la Cinemanía junto a ensayos de cine o gramáticas de Comanche... XD

4. ¿Vais con libro a ….?

A todas partes. Siempre llevo uno en el bolso. ¡He llegado a leer hasta en bares a altas horas de la madrugada porque me aburría! XD Lo que más me joroba de esta ciudad es el cierzo: aunque no llueva, con este viento del demonio se hace complicado leer por la calle.

5. ¿Releéis?

Por supuesto. Siempre encuentro tiempo para releer a Tolkien y Homero, a Oscar Wilde, a Byron y a Bradbury... Lo próximo que tengo en mente, la relectura de Moby Dick.

FILIAS Y FOBIAS.

1. Un autor que no soportes

Dan Brown y Pío Moa. Coincido con Lammermoor en mi inquina hacia Sánchez Dragó y Almudena Grandes, ¡qué curioso! ^^ Yo también opino que la persona me impide ver al escritor, lo siento.

2. Prejuicios literarios

Los bestsellers, ya lo dije aquí una vez. Nadie me pillará leyendo Millenium o la saga de Crepúsculo, por poner un par de ejemplos. También odio el Premio Planeta, ¡ja, ja, ja!

3. Uno de tus autores preferidos.

¡Es imposible citar uno! Tolkien y Homero los primeros, sin duda, claro. Luego vendrían Oscar Wilde, Shakespeare, Ray Bradbury, Neil Gaiman, Robert Graves, Byron, Percy B. Shelley y Keats. En ensayo, Huizinga, Robin Lane Fox, W. Burkert, Mircea Eliade, J.P. Vernant... Y sólo por nombrar algunos.

4. ¿Circulo de Lectores sí o no?

En mi caso no, aunque no tengo nada en contra de él. Simplemente, prefiero vagabundear por las librerías y la red.

FONDO DE BIBLIOTECA.

1. ¿Qué libro crees que no puede faltar en una biblioteca?

Un diccionario, El Señor de los Anillos, la Ilíada y la Odisea y el De profundis de Oscar Wilde.

2. ¿Qué libro falta en tu biblioteca?

¡Muchos! Así, pensando a priori, demasiados de Mircea Eliade. Y muchos de la colección grecolatina de clásicos de Gredos, ¡buaaaaaaaaah!

3. ¿Seguís algún sistema para ordenar los libros?

En mi casa de Pamplona, sí. Están separados por ensayo, novela y poesía. Ensayo por temática, novela por española/hispanoamericana y extranjera, y lo mismo en poesía. Aquí en Mañolandia como buenamente caben, por desgracia. Manu y yo tenemos que ponernos un día a ordenar los libros por categorías. Eso sí, intento que estén separados los de ensayo de los de ficción y poesía, y siempre, SIEMPRE, tienen que estar ordenados por altura. Si no, me pongo de los nervios. ^^

4. Define tu biblioteca.

¡Jo! Peculiar sería la palabra más ajustada. Especialmente, si se ve la cantidad de muñecos de películas y Batmans que la rodean... ;)

¿Alguien más se anima a hablarnos de sus gustos y sus manías bibliófilas? ^^


jueves, 10 de diciembre de 2009

Naturaleza casi muerta

ENTRE LIBROS

"Esta ciudad apesta a tráfico y a lluvia", dice un ejemplar de Brooklyn Follies colocado sobre el mostrador. "La lluvia y las piedras de esta ciudad son lo único que no sufre, que no tiene sentimientos" afirma rotundamente la pequeña edición de los cuentos de Clarín en la estantería. "Joder qué ñoña eres" responde el libro de Auster, "más te valdría salir de tu mansión y vivir un poco la vida, entrar en los cafés, charlar con las camareras, aprender de la calle." "No querido, ya he pasado lo mío, el amor y el despecho se lo dejo a los demás, sólo deseo volver al campo y morir dignamente rodeada de la Naturaleza", confiesa el libro de cuentos de Clarín asomando el lomo por entre las ediciones de lujo de La Regenta. "A ti lo que te va es el dramatismo, sécate las lágrimas y abre bien los ojos, disfruta de lo que tienes ahora." El ejemplar de cuentos de Clarín no soporta más la presión y se lanza al vacío en lo que viene a ser un suicidio cubierto de palabras no comprendidas. El libro de Auster suspira aburrido y se da la vuelta para sumergirse en los vapores que despiden las alcantarillas de Nueva York.


LOCO DE ATAR

"Son las tres de la mañana y en su mente suena una canción puramente melancólica, como Knockin´on heaven´s door pero no exactamente. Y si él hubiera escrito esa letra, ¿para quién sería? No hay manera, no sale de su cabeza. Sale al descansillo, se sienta en un escalón a fumar un cigarrillo, a imaginar que el humo que se escapa de sus labios dibuja figuras: una estrella de mar, de esas que se encuentran en la playa muy pocas veces, o quizás un libro que nunca leerá pero que sabe que le encantaría. Formas que se pierden justo en la puerta de la vecina que siempre observa el mundo a través de la mirilla. Y de repente se da cuenta de que le gustaría quedarse allí, en el mundo de la mirilla, en una burbuja donde convergen escaleras curvas y caras deformes que pasan apenas sin expresión alguna. Una ventana hacia un lugar maravilloso, de mentira, totalmente irreal, como si fuera..."

Aragón, aunque muchas personas no lo sepan, cuenta con una cantera de escritores tremenda; gente que nació aquí o que es de esta tierra por haber vivido en ella mucho tiempo. A Manuel Vilas, Miguel Mena o Carlos Castán, que siempre suenan, se unen nuevos nombres por derecho propio. Y el orgullo es fuerte cuando encima los conoces y los aprecias como personas: ahora, al merecido éxito de David Lozano y su trilogía La Puerta Oscura y al lirismo de Miguel Serrano Larraz (La sección rítmica, Un breve adelanto de las memorias de Manuel Troyano, Órbita), se añade la frescura de mi querido Alberto Baeyens en Naturaleza casi muerta. Una selección de cuentos cortos y pensamientos que me han hecho reír, pensar y emocionarme.

Aquí os he puesto dos relatos muy diferentes, como muestra del buen hacer de Alberto. Pero tengo que decir que mi favorito de todos es, sin duda, Dinosaurio de goma adoptado, un cuento que por tocarme muy cerca -trata de la perrita de una de mis compañeras de trabajo- hizo que se me saltaran las lágrimas. Y que conste que no lo pongo aquí porque es necesario que TODOS compréis la obra de Alberto, editada en Eclipsados. Así os dejo con la curiosidad... ^^

¡Alberto, trabajar en la librería rodeados de buenos y malos títulos sin ti no es lo mismo! ¡Mucha suerte y gracias por este libro!

domingo, 6 de diciembre de 2009

El país del agua

Tenían razón quienes me dijeron que El país del agua de Graham Swift era una de las más tremendas y curiosas novelas escritas en las últimas décadas. Las clases de Historia de Tom Crick, su manera de hilvanar diferentes relatos acaecidos desde el pasado más remoto en los Fens y que confluyen finalmente en una única y sólida historia -la suya-, atrapan desde la primera línea, para acabar en un in crescendo literario difícil de olvidar.

"Sólo los animales viven absolutamente metidos en el aquí y el ahora. Sólo la naturaleza ignora la memoria y la historia. El hombre, en cambio -si me permitís brindaros una definición-, es el único animal que cuenta historias. Vaya a donde vaya, siempre trata de no dejar tras de sí una estela caótica o un espacio vacío, sino unas cuantas bayas, unas cuantas pistas en forma de historias. El hombre tiene que seguir contando historias. Tiene que seguir inventándolas. Mientras haya una historia, todo marcha bien. Dicen que incluso en sus últimos momentos, en la fracción de segundo de la fatal caída -o cuando está a punto de ahogarse- el hombre ve básicamente ante sus ojos la historia completa de su vida."

Una curiosa sucesión de relatos, a priori inconexos, que luego Swift va entrelazando y juntando tan malditamente bien que no puedes dejar de devorar el libro. Eso sí: drama tras drama, aderezados con cierto sentido de humor cínico y mucha reflexión sobre la vida, la Historia y el ser humano.

"Siempre os he enseñado, niños, que la historia tiene cierta utilidad, cierta finalidad muy importante. Siempre os he enseñado a que aceptéis el peso de nuestra necesidad de preguntar los porqués. Os enseñé que esa pregunta no tiene fin, porque, tal como os lo definí en una ocasión (sí, confieso que tengo cierta debilidad por las definiciones improvisadas), la historia es un imposible que consiste en el intento de, partiendo de unos conocimientos incompletos, explicar unas acciones que a su vez fueron llevadas a cabo partiendo de conocimientos incompletos. De modo que no nos enseña atajos que nos conduzcan rápidamente a la salvación, no nos da recetas para fundar un mundo nuevo, sino solamente el obstinado y paciente arte de ir tirando."

Un buen libro para leer bajo las mantas, con una taza de café al lado, mientras vemos caer la lluvia por la ventana. Como en los Fens de Crick. Me pregunto qué hubiera pensado yo de la Historia y de mi profesor si hubiera asistido a unas clases así...

Por cierto, que hay película del libro, del año 92. Protagonizada por Jeremy Irons, en una de las pocas películas de este hombre que creo no haber visto. Me han dicho que se desinfla un tanto conforme se va desarrollando la trama. Normal. Estamos hablando de una novela, para mí, muy complicada de llevar al cine. ¿Alguien la ha visto? ¿Qué opinión, si es así, os mereció? De todas maneras y al contrario que Posesión, esta película tengo que verla por mera curiosidad.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Indignación

Pero de la buena, buena. Esta mañana, preparando los pedidos personales que todos solemos hacer de libros que creemos imprescindibles en la tienda para Navidades (somos así, tenemos esa libertad, gracias a Dios) va y resulta que, como todos los años, estaba a punto de encargar varios ejemplares de las Cartas de Papá Noel de Tolkien... ¡Y descubro que no se pueden pedir porque el libro lo están descatalogando!

Y no me refiero a esa maravillosa edición de hace años, la que venía con la traducción a un lado y, al otro, el sobrecito con una copia de cada carta original, no. Ésta, por desgracia, lleva ya varios años agotada.


¡Me refiero a la última edición!:

La que me alegraba todas las navidades imaginando al Profesor confabulado con el cartero, mirando las caras de alegría de sus hijos al leer las aventuras que Papá Noel les relataba en las divertidas misivas que les mandaba, y en las que siempre destacaba vivamente mi querido Oso Polar.

Cartas acompañadas de encantadores dibujos, manchadas con nieve, escritas con una curiosa letra temblorosa... ¿Os imagináis ser niños y recibir cada invierno de vuestra inocente infancia una cosa así? ¡Menudas Navidades más mágicas para recordar siempre! ¡Qué precioso detalle de padre! Una de las cosas más conmovedoras que Tolkien escribiera y que sus hijos nos pudieran legar, prácticamente desconocidas para el gran público y que siempre agradeceré que se hubieran publicado en castellano.

Sólo puedo decir una cosa: arreando al Vips, porque al menos aquí hace poco conseguimos unos ejemplares rebajados de 21 euros a 9´95. Y ahora entiendo por qué...

Qué más puedo añadir... ¡Maldita El Aleph! ¡Te odio!

lunes, 30 de noviembre de 2009

La creación de lo sagrado

Hace unos días ya os comenté que estaba enfrascada en la apasionante lectura de La creación de lo sagrado (dejando un poco de lado, tengo que admitirlo, las dos lecturas de García Gual y Ian Morris para un trabajo, y eso que aún me falta empezar la apasionante biografía de Atenais, ¡no tengo remedio!). Pero es que Walter Burkert es mucho Burkert, y bien se merece su obra toda la atención posible.


Este gracioso filólogo clásico, profesor de Historia de las Religiones y de filosofía griega en Zúrich, ha visto este año por fin editada en castellano la obra de la que os hablo, que él publicó en su idioma original... en el 96. Así va la publicación de ensayo especializado en este país... ¬¬ ¡Pero en fin! La espera ha valido la pena.

Como ya expliqué brevemente en una entrada anterior, La creación de lo sagrado destaca sobre otros ensayos suyos porque es muy fácil y ameno de leer. Por mucho que me guste Burkert, este anciano señor (que los dioses nos lo mantengan en este mundo por mucho tiempo, que nació en el año 31 y ya tiene una edad) es muy dado a crear preciosas obras muy enrevesadas y filológicas que, si no eres un especialista en el mundo griego, admito que son complicadas de leer. El caso es que este libro no es así.

La creación de lo sagrado parte de la premisa de intentar aclarar las raíces antropológicas y biológicas de las religiones, partiendo de las más antiguas (es lógico y obvio, dada su especialidad universitaria) hasta las más modernas, con curiosos y divertidos ejemplos: desde los sacrificios en la Ilíada, pasando por la quema de brujas o el descubrimiento de reliquias durante la Edad Media, hasta la castración como signo identificativo de una secta cristiana actual rusa, o la todavía viva tradición en el norte de Grecia y los Balcanes de leer el homoplato de la oveja que acaba de ser sacrificada para comer, sólo por dar algunos datos.

Para mí, lo más interesante de todo el libro ha sido los capítulos dedicados a la relación entre el cuento y el mito (contando que estoy haciendo un trabajo para clase al respecto, en concreto sobre Perseo, Prometeo y Ulises, esto ha sido una grata sorpresa y me ha venido de perlas, para qué negarlo XD). Burkert nos habla del famoso patrón de Propp de su obra Morfología del cuento y nos lo adapta a historias como la epopeya de Gilgamesh o los viajes de Ulises. Una auténtica maravilla.

Por cierto, en esta parte del libro, titulada "El núcleo del cuento", me encontré con unas líneas maravillosas. A propósito de la búsqueda de Gilgamesh de la planta para conseguir la inmortalidad (y que luego se la comerá una serpiente mientras él duerme), leo:

"La búsqueda ha sido un fracaso. Desde entonces las serpientes se libran de la vejez deshaciéndose cada año de su piel vieja, mientras que los hombres siguen sujetos a la muerte. Una sabiduría pesimista supera el optimismo inherente al relato."

Y aquí, un pie de página:

"Gilgamesh, [traducción tal, páginas tal]. La búsqueda que finalmente fracasa es uno de los patrones favoritos de las películas. Una inversión original del cuento de búsqueda es también la inventada por J.R.R. Tolkien, El Señor de los Anillos (Londres, 1954-1955). La búsqueda no es para obtener, sino para deshacerse de un objeto de poder."

No puedo describir con palabras lo que sentí cuando vi que alguien a quien admiro tanto como Burkert hablaba en un ensayo serio sobre Tolkien: la vida pone a cada uno donde se merece. ^^

Cuestiones tolkiendilis y epopéyicas aparte, Walter Burkert hace un repaso interesante de otros temas de relevancia en las religiones: la jerarquía religiosa, el chamanismo, los ritos expiatorios, los sacrificios y el curioso mundo de los signos. De este último, habla especialmente de la adivinación, el juramento y de la ordalía, un tema antropológico que siempre me ha parecido la mar de curioso.

La ordalía es una de esas pruebas extremas a las que un sujeto se ve sometido para demostrar, por ejemplo, su inocencia ante una acusación, y en la que la divinidad debe hablar a través de la naturaleza por medio de un signo evidente. Por ejemplo: beber veneno y, si eres inocente, no morirás gracias a tu dios. En fin... Generalmente se realizaba a través del agua y del fuego (todos recordamos la quema de brujas o, en Los caballeros de la mesa cuadrada, el momento de la bruja y el río, ¡ja, ja, ja!). Aunque claro, en la realidad, la cosa no era tan divertida. Este capítulo ha sido también, para mí, tanto por su interesante campo de estudio como por sus anécdotas, uno de los más entretenidos junto a los del cuento y el mito.

Burkert nos habla a través de las páginas de este libro de la tradición, de la importancia de la ansiedad (super interesante) y la autosugestión en los credos; del peso evidente de la biología pero también de nuestras diferencias con el resto de los animales y, en especial, de los monos, y nos deja una curiosa reflexión final:

"Si éste ha de ser el futuro, es posible que la religión, atrapada entre la naturaleza y la red, deje de funcionar; es decir, la religión en el sentido de comunicación seria y no obvia, basada en las precedentes estructuras de sentido de la vida. El ritual colectivo podría ser suplantado por juegos electrónicos autogeneradores en el mundo nuevo de la realidad virtual. Sin embargo, en la medida en que no es posible abolir la base biológica de la vida, la realidad "real" se hará sentir una y otra vez contra sus imitaciones virtuales. Más inquietantes son quizás las probabilidades y los peligros de la regresión, de un renacimiento del fundamentalismo e incluso del primitivismo. Los contenidos y las perspectivas de la religión siguen siendo totalmente problemáticas, y también fascinantes. Aun en un mundo dominado por la tecnología autocreada, los humanos no aceptarán con facilidad que las construcciones de sentido que se extienden hacia lo invisible no son otra cosa que proyecciones creadas por nosotros mismos, y que del universo que nos rodea no se perciben más señales que las irregularidades resonantes del primer big bang."

Habiéndose escrito esto en el año 96 y estando el mundo ahora mismo como está, que cada cual reflexione. Os invito con total fervor a leer este maravilloso libro de uno de los grandes especialistas en la Grecia Antigua del siglo XX.

Yo, ahora (y que me perdonen Carlos García Gual, Ian Morris y mi profesor de Griego), me voy a la caza y captura de otra de sus joyas, ésta publicada en el 2001:

¡Gracias, una vez más, Acantilado!

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cuando las cuentas no salen

De verdad, hay veces que no me salen las cuentas. Pero por ningún lado. Desde hace casi tres años que trabajo en la librería me viene sorprendiendo y haciendo sospechar lo prolífico que es, en nuestro país, el autor César Vidal.

Yo no sé cómo trabaja este hombre, pero viendo el ritmo de sus publicaciones (generalmente uno o dos libros por mes)... ¡Es que este tío no debería ni dormir! Pongamos un ejemplo: en dos semanas y media, me han llegado cuatro libros nuevos suyos:

- Los primeros cristianos.
- Mitos y falacias de la Historia de España.
- Regreso al camino del Sur.
- Historia de España 2, a medias con Jiménez Losantos.

Bien; quitando el hecho de que este último está escrito junto a otra persona y suponiendo que Regreso al camino del Sur sea una edición especial de Camino del Sur con cd de música sureña (aunque pone que es una continuación...), dos libros nuevos en dos semanas -y no precisamente delgados-, me parece una barbaridad. Y es que es así prácticamente mes a mes. Ya nos hemos dado cuenta en la tienda de que, evidentemente, el tío es inteligente: algunos de sus libros son resúmenes o mezclas de otros anteriores; pero aún así. O hay negros de por medio o este hombre no duerme, en serio.

No voy a hacer cuentas matemáticas. Paul Preston ya lo hizo por mí en un gracioso prólogo, en plan: "De tal a tal año, el señor Vidal escribió no sé cuántos libros, lo que da una media de tantos libros por mes." A ver si encuentro el dato concreto en otro momento, pero era una salvajada. Yo no niego la capacidad intelectual de nadie pero hay veces, con datos en la mano, que una duda, evidentemente.

Vamos, que la próxima vez que se acerque este buen hombre a la librería (y suele venir a menudo), como esté yo le voy a preguntar educadamente, y sin ningún tipo de choteo, cuál es su ritmo de trabajo o su secreto. Por aquello de entender. O quizás es que el secreto de César Vidal es El Secreto: quizás ha aprendido a utilizar la Ley de la Atracción en su trabajo... ;)

Menos mal que la expedición de mercancía de ayer me dio alguna alegría (ya no sé ni dónde colocar los libros de Vidal): Siglo XXI ha reeditado Mito y sociedad en la Grecia Antigua, de mi venerado Jean-Pierre Vernant. ¡Mil gracias! Con noticias como esta última, da gusto trabajar.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Percy Jackson y los dioses del Olimpo

Había una vez un profesor de latín, Rick Riordan, que un tanto cansado de que sus alumnos no se interesaran por los mitos griegos (¡Analfabetos! XD), decidió escribir una historia mezclando la vida de un chico del mundo actual con los antiguos dioses clásicos. ¿El resultado? La trilogía que en España editó Salamandra, Percy Jackson y los dioses del Olimpo.

Hace unos meses me leí el primer libro, por aquello de saber qué lecturas ambientadas en el mundo clásico recomendar a padres y/o profesores. Se trata de El ladrón de rayos, en el que Percy descubre por accidente que su verdadero padre es Poseidón y que, para evitar una muerte más que segura ahora que ha sido descubierto (el pacto que tenían los antiguos dioses de no tener más hijos se lo saltan a la torera, como siempre, y las pobres criaturas son las que sufren las cóleras divinas), tiene que asistir a un campamento de jóvenes héroes semidioses (hmmm, cierto tufillo a Hogwarts pero veraniego) en el que le ayudarán a sobrevivir y le encargarán, además, una misión para restaurar la paz entre los "amables" dioses del Olimpo y salvar a su madre. Y hasta aquí voy a leer.

Una amiga mía, licenciada en filología inglesa y especializada en literatura juvenil, me recomendó la saga para chavales. Yo tengo que decir que el primer libro estaba entretenidillo, pero le faltaba algo de chispa, en mi opinión. Supongo que sería más justo darle la oportunidad debida al resto en su idioma original, pero hay tanto que leer que tengo cierta pereza... Y eso que no me pareció una decepción como Corazón de tinta.

¡En fin! Que todo lo que sea acercar la mitología clásica a los más chavalillos, me parece bien. Los libros no son muy conocidos en España pero, ¡ah, cosas del destino!, quizás ahora sí que lo sean: Chris Columbus ha rodado una película del primero y ya tenemos el trailer. Y no tiene mala pinta, la verdad. Aunque, claro, teniendo a Uma Thurman como Medusa, a mí ya me parece todo bien, je, je, je. ¡Y creo que la gran Catherine Keener hace de madre de Percy!

...

¡Bueno, está bien! ¡A quién pretendo engañar! Que sale Sean Bean, leñe. Mi hombre, mi Boromir, mi Odiseo... ¡Y ahora como Padre de los Dioses! ¡Guapísimo! Otra vez mis hormonas femeninas se alteran, ¡por el amor a Zeus (nunca mejor dicho ^^)! Así que me veo en la obligación de poner el trailer, con el deseo de que la película atraiga lectores a los libros e interés por la mitología clásica... Y que a nosotras, queridas lectoras, nos anime unas horillas con cierta visión divina, ¡ja, ja, ja! Aunque eso signifique torturar a novios. ;) Manu ya está curado de espanto: intercambiamos, de hecho, visionados de películas de espartanos por películas de sangre y vísceras. Estos pequeñas detalles que se conceden por amor. XD

¡Ale, a disfrutar! (Aunque luego la película pueda resultar una auténtica ponzoña! ;)

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Sobre religión

Ángel, mi compañero de Comunicación, me dijo el otro día que le encantaba echar un vistazo a la parte de mi mesa de Humanas destinada a Divulgación Científica, Psicología y Espiritualidad porque "va desde lo más alto del ser humano a la basura más putrefacta que ha podido escribir." Y la verdad es que no puedo estar más de acuerdo. ^^ La parte de Espiritualidad, de hecho, es un revoltijo de novedades que va desde las ciencias ocultas pasando por los ensayos de religión hasta mis "queridos" libros estilo El Secreto.

Bien. Llegada esta época prenavideña, me da pampurrias la cantidad de ponzoña "espiritual" y astrológica que me llega, de novelas estilo Brian Weiss o de obras de la nueva era para modernetes de autores del palo de Tolle o Alex Rovira. Pero yo no me rindo fácilmente, como en la parte de Historia. Así que a la avalancha de nuevos títulos de este palo contraataco pidiendo libros de buenos ensayos de religión porque, puestos a tener que destacar no me da la gana de que, al menos, yo no pueda dejar mi pequeño granito de arena para que grandes libros merezcan ser descubiertos mientras la gente pasea por nuestras secciones.

Soy una persona de mente abierta y me preocupo por buscar libros de todas las religiones interesantes y de dar cabida a todas las opiniones. Pero últimamente he conseguido varios libros sobre cristianismo de los que no puedo evitar hablar aquí, porque me parecen la mar de atractivos.

Pero antes de esto, una nueva joyita de Acantilado: la edición de La creación de lo sagrado de mi queridísimo Walter Burkert, uno de los expertos en religión griega que más admiro en los últimos años. En este caso y, a pesar de que el señor Burkert no puede evitar no dejar de lado su gran pasión por lo griego, lo que trata de explicar en este último libro es la razón antropológica del ser humano para la existencia de la religión, tanto en el pasado como en el presente, haciéndose eco de los últimos estudios en el campo de la antropología y de la biología (citando a Dawkins y su llamado gen egoísta, por ejemplo). Una maravilla de libro que estoy teniendo el enorme placer de leer ahora mismo. ^^

Y ya que acabo de nombrar a Dawkins, en esta mesa no puede faltar su polémico libro El espejismo de Dios, que algún día de estos abandonará mi lista de "próximos libros a leer" y caerá de una vez, caerá.
En la onda de Dawkins, hay otros libros de científicos o escritores en favor del ateísmo que suelo tener bien visibles. Por ejemplo, Por qué no podemos ser cristianos del matemático Odifreddi, o los libros de Christopher Hitchens Dios no es bueno y Dios no existe.

Pero claro, una cosa es darles un hueco y otra no dárselo a obras que mantienen una postura totalmente opuesta. En este caso también tengo algunos autores por los que, lo admito, siento una gran debilidad. A priori, siempre destaco las obras de religión de H. Kung, Carlo María Martini, Anselm Grün y el gran especialista en el cristianismo primitivo de España, el profesor Antonio Piñero. Su alter ego internacional, el maravilloso Bart D. Ehrman, acaba de ver publicada en nuestro país su obra Cristianismos perdidos. Los credos proscritos del Nuevo Testamento, y gracias a una buena exposición se está vendiendo muy bien. Para mí, un best seller de Humanas, de la manera pequeña e insignificante en que un libro de ensayo puede ser un éxito de ventas en mi librería. ;)

Otra gran experta en Historia de las religiones es Karen Armstrong. ¡Grande, muy grande! En bolsillo acaba de salir su Orígenes del fundamentalismo en el judaísmo, cristianismo y el islam, y acaba de ver la luz su último ensayo, En defensa de Dios, un alegato en favor de la fe en estos tiempos que corren.

¿Más novedades? Claro que sí. Los guardianes de las puertas del cielo, de Roger Collins, que es una historia general del papado, por poner otro ejemplo.

Pero, yo lo siento, hay un libro recién salido que ya está destacado con el tomanota de "imprescindible" en mi mesa. Se trata de Por qué soy católico, de mi querido Chesterton, que ha visto la luz gracias a la editorial El buey mudo.

Que tengo debilidad por Chesterton, lo admito, tanto como novelista como ensayista. Siempre es un placer leerle. En este caso, este libro me parece sumamente interesante porque por primera vez vemos reunidos en un único tomo todos sus ensayos religiosos desde que se convirtió al catolicismo en 1922. Si alguno de vosotros ha leído El hombre eterno, seguro que este libro os resultará interesante, aunque el primero es más filosófico. Creo que, de hecho, ambos pueden resultar atractivos incluso para personas que no compartan sus ideas o sus creencias. Siempre me ha gustado la manera simple y emotiva con la que Chesterton hablaba de su fe, con total honestidad. Como cuando comenta sus obstáculos hasta su conversión, por ejemplo. Me recuerda mucho a las dudas de C.S. Lewis tras la muerte de su mujer relatadas en Una pena en observación. Como bien explica la contraportada, estos breves artículos son las respuestas que el autor inglés redactó para responder a las críticas que en su país, tan reacio a la Iglesia Católica, se le hicieron en su día.

Todos podemos tener nuestras ideas respecto a la fe, la religión, el ateísmo... Pero creo que leer sobre diferentes credos o ideas nos abre la mente y nos ayuda a ser mucho más respetuosos con lo que opinan los demás. Espero que estos libros aquí comentados os animen a echarles un vistazo; a pensar, a comprender, a formar ideas y sentimientos... Más libros de este palo y menos leyes de la atracción y seguro que podríamos hacer del mundo algo mejor.

Otro día hablo de libros sobre budismo y sobre el Islam, que hay algunos títulos que son auténticas joyas.

¡Y a leer a Chesterton! Si uno no se atreve con sus ensayos, pues con sus novelas, que son tremendas. ¡Pero hay que leerlo! XD

lunes, 16 de noviembre de 2009

J.R.R. Tolkien, guía para jóvenes

¡Mirad qué alegría me llevé la semana pasada! Revisando el material de ensayo sobre Tolkien de nuestra base de datos (alguien se tiene que preocupar por reponer los libros realmente interesantes, hombre), va y me encuentro con esta sorpresa: la edición en castellano de J.R.R. Tolkien: guía para jóvenes de Andrew Blake, recién salidita de la editorial. ¡A ocho euros noventa y cinco! Comprenderéis que me vi en la obligación de pedir ejemplares para la tienda y uno para mí, por supuesto; por aquello del coleccionismo fanático de todo lo relacionado con el Profesor. ;)

A priori, se me ocurrían muchas preguntas. Estaba dado de alta como juvenil, a partir de doce años. ¿Sería una buena guía? ¿Sería amena para los chavales? Y, lo más importante: ¿Vendría con bibliografía?

Pues bien, todas mis dudas se vieron resueltas el jueves pasado. La guía es pequeña, sí, pero muy bien condensada. Para niños de doce años de estos tiempos que corren, no sé yo... Pero el intento es bueno. Cada capítulo se centra en una parte concreta: biografía, Tierra Media, obras menos conocidas, ensayos (¡Habla de Los monstruos y los críticos, por amor de Dios!), de las influencias que inspiraron a Tolkien, etc. Vamos, completísima. Con un cuadro resumen al final de cada capítulo recordando lo más importante, amén de un glosario en sus últimas páginas por si se desconocen determinados términos ("filología" o "feudalismo", por poner sólo unos ejemplos algo tontos, pero son los que ahora recuerdo), bibliografía e índice temático.

Y, en fin, un libro sobre Tolkien para jóvenes que hable de William Morris, el Kalevala, las Eddas, Homero, el Mabinogion y que recomiende la lectura de los libros de Tom Shippey y Joseph Pearce (junto a las fuentes literarias de Tolkien como las ya nombradas y Beowulf o Sir Gawain y el Caballero verde), sólo puede tener mi bendición. Y un gracioso detalle más: viene hasta cómo hacerse de la Sociedad Tolkien... Inglesa. Pero eso ya lo hemos arreglado Seler y yo con nuestras tarjetitas de la STE maña, ¡je, je, je! ;)

Así que arreando, que es gerundio: todos a la librería más cercana a comprar esta pequeña joyita. Y luego, a regalarla a un sobrino, a un hijo de unos amigos, a un hermano pequeño, a uno mismo... Todo sea por un fin literario y por el buen conocimiento de la obra del Profesor. XD

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Cómo influye el cine en la publicación editorial?

Venga explicado desde el principio que esta entrada es una mera tapadera para poner al final el vídeo que quiero compartir con todos vosotros, je. Pero es una cuestión interesante: ¿Influye el cine, en este caso histórico, en las editoriales? Claro que sí. La proliferación de libros temáticos sobre las películas históricas de última hornada es, en los últimos años especialmente, muy evidente. Gracias al séptimo arte se han reeditado y publicado obras que igual, hasta entonces, eran de difícil búsqueda o de muy complicada publicación.

Pongamos unos pocos ejemplos que me vienen rápidamente a la cabeza:

1. El bodrio Alejandro Magno de Oliver Stone: además de para ver a Angelina Jolie en plena belleza y disfrutar de Jared Leto y Jonathan Rhys Meyers con el pelo largo (no le veo otro atractivo a esta película), varias obras se publicaron con gran éxito de ventas. Se reeditaron, por ejemplo, la saga Alexandros de Manfredi, la novela de Gisbert Haefs o, en el ámbito de la biografía, el maravilloso ensayo de Mary Renault, el del señor Paul Cartledge (uno de mis favoritos en cuestión de ensayo didáctico sobre la Antigua Grecia para el gran público) o, la perfección absoluta: la premiada biografía de Robin Lane Fox, el niño de mis ojos.

Por supuesto, en España no podíamos ser menos: J. Ángel Mañas publicó su novela El secreto del oráculo, que hace nada ha salido en edición de bolsillo. Algún día de estos, por cierto, me la leeré, a ver qué tal está.

2. La épica 300, basada como todos sabemos en la novela gráfica de Miller y de la que no puedo evitar poner una foto para disfrute del público femenino. ;)

Aquí la cosa tuvo mucha más influencia. Para mi alegría, asistimos a la reedición de La Batalla de las Termópilas de Diodoro de Sicilia y Heródoto (amén). Paul Cartledge, de nuevo, editó dos más que interesantes ensayos, Termópilas (que, por cierto, me parece fatal que en la edición de bolsillo aparezca un fotograma de la película, que no es serio, hombre) y hace muy poco su obra Los Espartanos. Magníficas las dos. Habla hasta del cómic y de la película, oigan, que es un profesor muy moderno. ;)

Y no quiero olvidarme de mi querido Tom Holland, que contribuyó a la temática de la época con Fuego persa. ¡Ahora descatalogado! Espero que sea porque se va a sacar la edición de bolsillo, hijos de... eso.
3. Troya: ¿Acaso esta película fallida iba a servir sólo para disfrutar de mi Sean Bean y de esas grandes actuaciones de Eric Bana y Peter O´Toole? Pues no, hombre, no. En novelas, tuvimos Helena de Troya de Margaret George, Troya de Haefs, las reediciones de La Guerra de Troya de Robert Graves y La canción de Troya de McCullough (ambas sobradamente recomendables). O la curiosa La Conjura de las reinas, del prolífico Manfredi. Aparte de poner de nuevo de moda ensayos clásicos como el del gran J. Lacatz, Barry Strauss publicó uno nuevo maravilloso:

4. Ágora: Elwen ya hizo una entrada fantástica sobre el boom que ha surgido a raíz de la espléndida película de Amenábar. Miles de novelas, entre las que destacaría las de Olalla García y José Calvo Poyato (La conspiración Piscis de Magdalena Lasala, caca). ¿Curiosidades? ¡Claro! ¿Qué tal una novela fantástica como la de Eduardo Vaquerizo, La última noche de Hipatia? Si es que esta filósofa sirve ahora para un roto y un descosido, como los zombies. ;) Pero si algo le agradezco a Amenábar es que gracias a Ágora se haya reeditado el mejor ensayo sobre Hipatia, el de María Dzielska en Siruela. ¡Gracias, gracias, gracias!

¿Que todo esto a qué viene? Pues a que, señoras y señores, ya está aquí el teaser trailer del remake de Furia de Titanes. Aviso que en el blog se corta parte de la pantalla del trailer, así que si os pica el gusanillo, el enlace para verlo en alta calidad es éste. Que vaya por delante que soy una adicta tremenda a la película clásica y a los efectos de mi amado Ray Harryhausen -del que se acaba de publicar un ensayo fantástico de cine y, por lo que me han dicho, hay una exposición itinerante sobre sus maquinitas pululando por ahí...-, pero es que me he emocionado tanto que no puedo evitar ponerlo aquí, ¡ja, ja, ja! ¿Servirá esta película para que la gente se acerque a la mitología clásica y que se nos llene la librería de ensayos y/o de novelas sobre ella? ¡Pues bienvenida sea! XD

P.D.: Como dijo Ardaleth el otro día, por fin una película en la que sabemos que Liam Neeson no muere porque, ¿acaso puede morir un caballero del zod... esto, Zeus? XDDDD

lunes, 9 de noviembre de 2009

Batman: Gotham después de medianoche


Nota cibernética a mí misma: no volver a leer nada de Batman escrito por Steve Niles. ¿Será que tuvo un día inspirado cuando creó Treinta días de noche? Porque empiezo a pensarlo seriamente...
Después de la basura que me estoy leyendo últimamente en cuestión de cómics, espero que el próximo (Superman/Batman: enemigos públicos) me alegre por lo menos una tarde. Porque Batman R.I.P., de Grant Morrison y Tony Daniel, mejor ni comentarlo. Jeph Loeb, por amor de todos los dioses, ¡tú no me falles!
En fin...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Posesión

Hay veces que la Providencia te concede unos regalos maravillosos. Días y días de trabajo a lo burro, clientes a cada cual más impertinente cuando, de pronto, te encuentras con una persona a la que da gusto atender. Un cliente que te reconcilia con tu profesión y que, además, te descubre un libro que no olvidarás en la vida.

Estaba hace unas semanas esta servidora colocando libros en su sección cuando se acercó una mujer de mediana edad. No recuerdo su cara, ni si era rubia o morena; sólo que vestía un jersey gris y una falda larga y que me recordaba a una profesora que tuve de literatura algo bohemia, Sara. Se me acercó con una sonrisa y me preguntó si teníamos el libro Posesión de Byatt. Miré en la base de datos y comprobé que nos quedaban dos ejemplares de bolsillo. La señora estaba exultante. "¡Ah, qué alegría!", exclamó, "Me lo recomendó una amiga que es profesora de literatura inglesa y no había manera de encontrarlo por ningún lado".

Yo no recordaba haber escuchado nada de esa novela, sinceramente. Ni de haberla colocado alguna vez. Sí que conocía a Byatt por haberme fijado en otros libros suyos en la sección de literatura en inglés, pero concretamente no teníamos (ahora sí XD), esta novela en su idioma original. Así que me dirigí a bolsillo y pillé el libro de Anagrama para la señora. Lo primero que me llamó la atención fue el cuadro de Burne-Jones sobre Merlín que aparecía en su portada. Es una pintura que me encanta:


Rápidamente, le dí la vuelta mientras volvía hacia el mostrador y la cliente y leí "Coleridge" entre las líneas de la contraportada. Se me encendió el botón rojo de "alarma" en mi mente, el pulso se me aceleró. Cuando se lo entregué a la señora, ésta esbozó una amplia sonrisa de emoción. "Muchas gracias, guapísima. Me acabas de alegrar el día. Me voy corriendo a casa a empezarlo." Le agradecí el cumplido sonriendo también y, mientras ella subía las escaleras, corrí a bolsillo para hacerme con el otro ejemplar. Entonces sí que leí la contraportada con tranquilidad y decidí pillármelo para mí: algo me decía que no iba a arrepentirme de la decisión.

"Una obra maestra por su audacia, una verdadera fiesta del lenguaje, una novela comparable a las de Stendhal y Joyce", decía de ella Carolyne See. Se trata de una obra galardonada con el Booket Prize de 1990, y por el Irish Time-Aer Lingus Literature Prize del mismo año. Y había más:

"Esta inteligente, ambiciosa y literaria novela de suspense ocupará un lugar junto a El nombre de la rosa, de Umberto Eco, y el País del Agua, de Graham Swift. Un nuevo y nada convencional tipo de detective, el crítico literario, se une al monje erudito de Eco y al profesor de historia de Swift", declaraba Nicola Murphy de Time.

¡Y vaya si no me he arrepentido! Fue empezar a leerlo y no parar, maravillándome capítulo tras capítulo.

La historia comienza cuando un insignificante estudioso de la obra del poeta victoriano Randolph Henry Ash, Roland Mitchell, encuentra por casualidad el borrador de una apasionada carta suya dirigida a una misteriosa mujer. Adentrándose poco a poco en la investigación filológica y biográfica, descubrirá que la carta iba destinada a Christabel LaMotte, una poetisa algo oscura y muy admirada por las feministas contemporáneas. Junto a una de las máximas investigadoras de esta mujer, Maud Bailey, Roland se introduce en una búsqueda apasionante de las cartas entre ambos escritores, para desentrañar un rompecabezas que ambos saben que cambiará el curso de todo lo que hasta ahora se sabía de los dos autores. En su camino se cruzarán otros investigadores como James Blackadder, el jefe de Roland, o Cropper, un investigador y coleccionista millonario americano del poeta, con altas dosis de ambición y egocentrismo y que carece de escrúpulos. Y no quiero olvidarme de esa maravilla de personaje que es Beatrice Nest, la tímida filóloga que investiga el diario de la mujer de Ash, Ellen (otra gran protagonista de esta bella historia).

La historia de Roland y Maud se entrecruza con la de Ash y Christabel, aderezada con una trepidante narración y grandes dosis de poesía decimonónica, para al final obtener un maravilloso tapiz cuya culminación sólo la acabará conociendo el lector y no sus protagonistas.

Fascinante es un adjetivo que se queda corto para esta novela. Maravillosa, también. Supera lo que es el género de suspense; acaba siendo una mezcla de aventuras, erudición y amor por la poesía como pocas veces he visto en mi vida.

Dice su autora que la idea para esta obra surgió de una inspiración que tuvo ante un comentario de una biógrafa americana de Coleridge sobre su trabajo: "Era como un caso de posesión demoníaca", explica Byatt, "y me pregunté si era ella quien se había apoderado de él, sabiento todo sobre su vida, o él de ella." ¿No es una reflexión que da que pensar?

No entiendo cómo una novela tan impresionante es prácticamente una desconocida, tan hermosa y audaz. Porque tengo que añadir que no sólo las historias que se entrecruzan, las de los poetas y sus investigadores, son muy grandes. Es que Byatt se atreve a crear dos poetas y sus respectivas vidas hasta el más mínimo detalle y, no contenta con ello, nos los engalana con enormes fragmentos de su obra poética, dotando a su propia novela de un cuerpo y una sensación de veracidad digna de envidia. No sólo es buena su prosa: su poesía (que he admirado también en la versión inglesa de la novela) es maravillosa. Es algo así como la fuerza que tiene el poeta ficticio William Ashbless de Tim Powers en Las Puertas de Anubis pero elevado a la enésima potencia. Me cuesta creer que Ash y LaMotte no existieron; me cuesta imaginar que una sola mujer haya creado semejante coherencia en tantos detalles y tantos poemas.

Es indignante que una novela con esta belleza y esta fuerza sea tan poco conocida, tal y como está escrita. De lo que sí estoy convencida es de que nadie que la haya leído va a olvidarla. Sé que no es tampoco una novela fácil por su erudición, pero es tan hermosa que recomiendo su lectura a todos. Especialmente a los que os guste el siglo XIX o si una de vuestras pasiones es la filología y la literatura inglesas.

No recuerdo la cara de la cliente que me pidió este libro. No sé si algún día regresará a la librería y nunca podré agradecerle en persona esta lectura. Lo que sí sé es que, para mí, ella es mi Maud Bailey.

Posesión es la novela que me gustaría escribir, decididamente. Es ya una de mis novelas favoritas; una de las mejores que he leído en años. Pero, por encima de todo, es una obra que está destinada a trascender.

viernes, 30 de octubre de 2009

El rey de Ítaca

Si una novela nos llega a la librería y tiene por título El rey de Ítaca, es más que evidente que una servidora va a leérselo por fanatismo puro y duro. Fanatismo por Homero y por las recreaciones del mundo clásico pero, ante todo, por amor y devoción hacia Ulises, claro. Mi héroe favorito, el niño de mis ojos. ¡El primer hombre con barba que me gustó gracias a Ulises 31! Hasta tengo un pin de él y todo. XD

Pero bueno, que ya me estoy desviando del tema. El caso es que cogí esta primera novela de Glyn Iliffe con alegría reservada y cierto temor. El hecho de que el hombre sea licenciado en Lenguas Clásicas por la Universidad de Reading y su pasión por la historia y los mitos de la Antigua Grecia me daban cierta tranquilidad, pero en este mundo de la novela histórica actual, una no se puede fiar...

...

Os estoy dejando con la duda sobre mi opinión tras su lectura, ¿eh? ;) Pues sólo puedo decir una cosa: tremendo. Y más: divertido, bien elaborado, trepidante... Todo eso podemos encontrar en esta maravillosa novela que, con gran regocijo al buscar la portada de la edición inglesa (es mucho más bonita con eso de "Era un tiempo de héroes" y no "Las aventuras de Ulises", como en la edición de Duomo en España, dónde va a parar), va y compruebo que se trata tan sólo de la primera entrega de una saga que Iliffe quiere dedicar a una de las epopeyas más importantes de la historia de la humanidad (¡Por favor, que traduzcan Gates of Troy ya!). Pero tranquilos, que la historia aquí, lo juro, es autoconclusiva. De verdad de la buena. ^^


Lo que me sorprendió a priori del libro (confieso que me lo llevé a casa sin leerme la contraportada - ¡Trataba sobre Odiseo, por todos los dioses: eso ya era suficiente!-) fue que no abordaba las aventuras de Ulises que se relatan en la Odisea, tal y como el subtítulo en español puede dar a entender. Mucho mejor que eso: Iliffe nos acerca a la figura de Odiseo cuando aún es príncipe, una historia del personaje casi desconocida para el gran público. En concreto, desde que el oráculo de Parnaso le aconseja ir a Esparta en busca de una princesa para mantener Ítaca a salvo de los conspiradores, hasta su subida al trono ya desposado con Penélope.

Iliffe concede una gran importancia en su obra al cortejo de los príncipes griegos a Helena en Esparta (¡qué gran reconstrucción histórico-mitológica, qué bien urdidos todos los entramados políticos que su casamiento conllevaba!), que dura una gran parte de la novela. Si a esto añadimos que sabe mantener la tensión continua en lo referente al duro momento que está pasando la pequeña isla de Ítaca, la narración adquiere una incertidumbre más que relevante. ¡Es que no se puede dejar de leer!

¿Hay más? Claro que sí: todos los personajes que aparecen en la novela están muy bien trazados y desarrollados. Especialmente me gustan Epérito, Méntor, Clitemnestra, Ulises y Penélope. Qué hermosa es la parte dedicada al enamoramiento de estos dos últimos; ¡qué bien presentada la personalidad de Ulises en toda su complejidad!: honorable, inteligente, ingenioso en el arte de mentir cuando se necesita... Una maravilla, en resumidas cuentas, que no sólo se queda en los protagonistas de la aventura: los diálogos entre ellos están muy inteligentemente elaborados y son un fiel reflejo de la amistad, el honor y la política entre las élites de la época; el suspense es envidiable, el ritmo no decae en ningún momento... Y si a esto le añades el acertado detallismo histórico y la sensación de estar leyendo un gran libro de aventuras a la antigua usanza, ¡pues bienvenido sea al mundo de la novela histórica, don Iliffe!

Sólo tengo una queja... Y una bien gorda. Algo absurda, de acuerdo, pero gorda: ¿Cómo que Ulises NO es hermoso? ¡Por Zeus! ¿Cuántas veces se nombra en la Odisea al "hermoso Odiseo"? Que vale que también se dice que sus piernas eran algo cortas y su pecho muy ancho para ser perfecto como Aquiles, pero ERA HERMOSO. Y no acepto réplicas a este respecto. Y para demostrar no sólo literariamente que Ulises era guapo, ahí van un par de fotillos de Sean Bean en Troya, como quien no quiere la cosa. Por aquello de ilustrar ^^:


¡Vamos, dadme este Odiseo y os regalo a Aquiles con toda su cólera! ;) No puedo evitar, llegados a este punto, poner la foto de "Ulises ensangrentado" que tanto me gusta y repito, porque él lo vale:

¡En fin! Para finalizar, y dejando mis hormonas femeninas de lado, sólo añadir que El rey de Ítaca es una novela sencilla, accesible para todo tipo de público, con mucho estudio minucioso de las fuentes clásicas de fondo, agradable y muy entretenida. Un libro de aventuras mezclado con la mejor esencia de los mitos griegos: para mí, diversión asegurada. :D

lunes, 26 de octubre de 2009

Novedades bibliográficas sobre la Edad Moderna

Pedro, mi jefe, tiene una teoría muy graciosa sobre la Edad Moderna: basándose en la poca bibliografía que nos llega a la librería sobre ella (dejando de lado la sección de Arte) está convencido de que, en realidad, nunca existió. O de que, a lo sumo, sólo tuvo importancia la Revolución Francesa. Y es que parece que a las editoriales, quitando los manuales de rigor y los libros sobre el famoso conflicto francés, no les apetece publicar nuevas investigaciones sobre este periodo histórico. Mientras que de Historia Contemporánea, Antigua y Medieval cada semana hay una grata sorpresa, la Edad Moderna (concreto: europea, porque respecto a la española, como es lógico en este país, se publican bastantes libros especializados) parece condenada al olvido bibliográfico...

Menos mal que los pobres especialistas en este área histórica a veces reciben alguna que otra alegría. La semana pasada, sin ir más lejos, dos preciosos títulos nos llegaron a la tienda y nos apresuramos a darles la exposición merecida.

El primero de ellos es Accidentes del alma. Las emociones en la Edad Moderna, de María Tauset y James S. Amelang. Editado por Adaba, cómo no: una de las pocas editoriales que se arriesga con ensayos interesantes y para públicos selectos.

María Tauset, por cierto, es una historiadora de Zaragoza, que ha investigado mucho sobre los conflictos religiosos en la Edad Moderna, así como sobre temas muy cercanos a la antropología como son la brujería, la magia y la locura. En el caso que nos atañe, Tauset hace un recorrido, junto a Amelang, sobre la historia de las emociones que tan de moda está ahora, centrándose, por supuesto, en los siglos XVI al XVIII. Un libro que, por su originalidad, habrá que tener en cuenta para próximas lecturas.


La segunda sorpresa que nos llevamos vino de la mano de otra gran editorial de ensayo, Katz. Se trata del libro La crisis del siglo XVII. Religión, reforma y cambio social, del historiador Hugh Trevor-Roper, uno de los más importantes de la historiografía británica de posguerra. En él, Trevor-Roper expone su teoría de que la crisis intelectual y social que se vivió en Europa en ese siglo fue el inicio de los sucesos revolucionarios posteriores. Nos habla también de la caza de brujas, del capitalismo y el calvinismo o del nacimiento de nuestro concepto de libertad, entre otras muchas cosas.


Si a todo esto añadimos que su prosa siempre ha sido muy elogiada por sus compañeros y sus lectores, quizás estamos en un buen momento para ponernos al día, gracias a estos tres autores, en la bibliografía de una época histórica que muchos, entre los que yo me encuentro, tenemos ciertamente muy olvidada. ¡Pero nunca es tarde si la dicha es buena!

miércoles, 21 de octubre de 2009

Batman: condado de Gotham

Hace unos días le comentaba a una cliente, lectora de Satrapi, Alex Robinson y demás autores de cómics para adultos, que también en los cómics de superhéroes que ella dijo detestar había buenas historias.

Bien, pues este no es el caso de Batman: condado de Gotham. La verdad, me esperaba algo más de Steve Niles, guionista de 30 días de noche, y de Scott Hampton, habitual dibujante de la maravillosa serie Lucifer. Pero no todo puede ser siempre perfecto en Gotham; con lo que prometía la portada de marras...


La novela gráfica narra una serie de extraños y cruentos asesinatos que investiga Batman que acaban tomando un tinte sobrenatural y una, ¡oh, cómo no!, "novedosa" temática zombie (ya me empiezo a asquear de esta moda -¡Nooooooo!-, pero también tengo que admitir que, desde siempre, Niles ha sido muy dado a este tipo de argumentos). Si ya de por sí el comienzo me resultó flojo, la explicación del porqué Batman se ve envuelto en esta historia de ultratumba no veo por dónde pillarla. Es más, la aparición de los que considero dos de los personajes más absurdos del universo DC, El Fantasma Errante y Dead Man, acaba por convertir la trama en algo que no tiene ni pies ni cabeza.


En fin, una hora perdida de lectura. Es que por parecerme, no me ha parecido ni una historia entretenida. Pero hasta de cómics así consigo sacar citas medianamente decentes sobre mi superhéroe favorito:

"Si algo soy, es un superviviente. ¡Y los supervivientes se adaptan y cambian!"

A pesar de los malos guiones, Batman siempre será lo que es: el mejor. ^^

viernes, 16 de octubre de 2009

Releyendo "El amor la soledad"

"¿Quieres que te diga la verdad? La filosofía no tiene ninguna importancia. Las novelas no tienen ninguna importancia. Sólo cuenta la amistad; sólo cuenta el amor. Digamos más bien: sólo cuentan el amor y la soledad. O mejor aún: sólo cuenta la vida. Los libros forman parte de ella, sí, y eso es lo que les salva. Pero no por eso la vida deja de seguir su curso... Los libros forman parte de ella pero, ¿cómo podrían contenerla? Hablan de ella pero, ¿cómo podrían reemplazarla? A lo sumo pueden decir la verdad de lo que vivimos, esa verdad que no está en los libros o que no puede estar en ellos más que porque está primeramente en nuestra vida. Verdad del sufrimiento y de la alegría, de la entereza y del cansancio, verdad del amor, verdad de la soledad... ¿Para qué sirve si no la filosofía? ¿Para qué sirve la literatura? Y sin amor, ¿de qué sirve vivir? Sigo citando a Laforgue: "¡Qué solos nos encontramos! ¡Qué triste es la vida!". Sin embargo, ahí nace el amor, y la alegría, la única auténtica alegría, que es la de amar. Es lo que he leído en Spinoza y lo que la vida me ha confirmado. Todos los acontecimientos más comunes de la vida son vanos y fútiles, y sólo el amor es extraordinario, cuando se llega a amar, y eso sucede a pesar de todo. Al menos un poco, al menos alguna vez, incluso mal, incluso de forma mezquina y triste... La cuestión no está en saber si la vida es bella o trágica, ridícula o sublime (es lo uno y lo otro, naturalmente), sino si somos capaces de amarla tal como es, es decir, de amarla. Eso deja a la literatura en su puesto, que no es el primero ni el último. Los libros no valen más que en la medida en que nos enseñan a amar; por eso algunas obras maestras son irreemplazables, y por eso tantos libros no valen nada -¡y las novelas de amor, salvo excepciones, menos aún!-. "Eso es una novela", se dice a veces, cuando se quiere decir: eso es una sarta de necedades y de mentiras. Pues sí, la mayoría de las novelas no son más que "una novela". Tengo algo mejor que hacer: tengo algo mejor que vivir. Lo más urgente es dejar de mentirse. La verdadera vida no es la literatura: la verdadera vida es la vida verdadera."

Aquí dejo esta reflexión de uno de mis filósofos de cabecera junto a Montaigne. Aquí, en un blog de literatura, qué ironía después de lo escrito. ;) Adoro a Comte-Sponville. Siempre es un placer y una iluminación releer sus obras. Especialmente, tras haberse zambullido una en la desesperación de Cioran, con todas sus contradicciones y su pesimismo. Creo que lo único que les une es su rechazo a un sistema filosófico... Cioran es hermoso, pero abruma, angustia y entristece; Comte-Sponville, por el contrario, es humilde -sigue la estela de Montaigne en aquella frase de "yo no enseño, yo cuento"- y me ayuda a sentirme mejor.

"Este libro me satisface, y ojalá satisfaga también a los lectores como está, frágil e imperfecto. Esta fragilidad forma parte de la vida. ¿Por qué no habría de ocupar su lugar también en los libros?"


Me gusta la prosa de André. Es sencilla, hermosa, cercana; no trata sobre abstracciones insípidas ni trata de ser original ("No busco la originalidad: ¡una idea que nunca ha tenido nadie tiene todas las posibilidades de ser un disparate!") . Es lo que es: humano. Es lo que yo espero que un pensador sea: un humanista.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Premios

Hace unos días recibí un premio desde el blog de Homo Libris:

¡Muchísimas gracias! Me hace mucha ilusión porque es mi primer premio en este mundillo del blog y porque viene de la mano de una persona que me gusta cómo escribe, lo que me enseña y lo que transmite en cada una de sus entradas, así que me siento más contenta y halagada que si me lo hubiera concedido otra persona. :)

Se ve que esto de los premios tiene sus normas y en este caso yo tengo que premiar a otros blogs que, según mi parecer, merecen el mismo honor. Como ya comenté en la página de Homo Libris, hay muchos blogs que querría premiar a los que ya habéis premiado, so pillines, así que allá voy con otros. Quizás no sean blogs de libros propiamente dichos, pero son webs que merecen la pena ser visitadas y leídas:

- Somewhere in the Middle: Porque Ardaleth no sólo es una gran amiga; siempre tiene algo interesante con lo que asombrarnos y porque su conocimiento en muchos temas no tiene límites. Y encima la chica es humilde, así que con más derecho se lo otorgo. ^^

- El Flet de Selerkála: Me gusta cómo escribe Seler. Desde sus pensamientos más íntimos hasta temas de cultura general, música... Porque siempre me arranca una sonrisa. Y porque nunca se olvida de lo importante: ¡Libros, Tolkien, gatos y chocolate!

- Espera a la primavera: Conocer a Findûriel ha sido una de las experiencias más agradables de la STE. Es una muchacha culta, simpática, increíblemente inteligente y siempre tiene algo interesante que enseñarnos en su rinconcito élfico. :)

- Tiempo de cerezas: Éste es el blog de mi tío, de acuerdo. Y la familia tira. Pero me gusta leerlo no sólo por eso. Me reconforta, me hace pensar, me ilustra con cosas cotidianas que me hacen sonreír para, poco después, pasar a hablar de Comte-Sponville o Montaigne de una manera profunda y con admiración sincera. Porque en lo simple muchas veces está la sabiduría. Por todas sus experiencias que relata en él, por las historias de mi pueblo... Por eso recibe este premio.

Quiero dejar claro que os daría el premio a muchos: Isi, Elwen, Guisante Verde, Último Íbero, Lammermoor... Ya os llegará el turno, ya. ^^

¡Un abrazo a todos!

viernes, 9 de octubre de 2009

La Montaña Sagrada

Hay veces que encuentras una lectura que no habías planeado. A veces, es por un título; otras, por la portada. A veces, esas lecturas son decepcionantes (ya os hablaré de La mecánica del corazón en otro momento), pero otras son precisamente las más hermosas, las que te alegran los días y te llenan las horas de una paz absoluta.

Paz fue precisamente lo que me regaló la nueva obra del hispanista Jason Webster. A él lo conocí a través de su más que interesante libro Las heridas abiertas de la guerra civil, en el que intercalaba anécdotas personales que le habían sucedido en "las dos Españas" con episodios de ese horrible acontecimiento bélico de nuestro país. Así que cuando nos llegó a la tienda La Montaña Sagrada, ni me lo pensé dos veces y me saqué su ejemplar correspondiente de préstamo para formación.

No sólo mi buena experiencia anterior con su narrativa hizo que me leyera este libro. También su portada me llamó poderosamente la atención, especialmente con ese subtítulo que reza: "Un viaje hacia la autenticidad, el silencio y las leyendas de un paraíso perdido."

La historia de amor de Jason Webster con nuestro país es muy bella: licenciado en lengua y literatura árabes por la universidad de Oxford, vino a España para investigar y comprobar si todo lo que decía Goethe sobre nuestro país era cierto y vaya si lo confirmó, que acabó embriagado por nuestra cultura y enamorado de Salud, su ahora mujer, una bailaora de flamenco.

En este libro, Webster nos narra el primer año de una nueva aventura en España que emprendió con su esposa: huir de la ciudad (en su caso, Valencia) y establecerse en una casa de campo o mas tan típicos de Castellón, al pie de la montaña Penyagolosa. Jason nos relata cómo durante esos primeros doce meses fueron reconstruyendo la vivienda con sus propias manos, cómo comenzaron a cultivar su hacienda con ayuda de los habitantes del pueblo cercano (y de un manual de agricultura árabe del siglo XII, por cierto); nos relata, en resumidas cuentas, cómo Salud y él fueron haciéndose amigos de la gente de la región y acabaron siendo uno con la propia naturaleza. Pero, por encima de todo, nos redescubre a nosotros, los españoles, las riquezas y tradiciones populares y rurales que desgraciadamente se están perdiendo: desde una procesión "iniciática" a una ermita escondida entre valles, pasando por la belleza de la apicultura o la recolección de trufas, hasta las conversaciones con hombres de campo ancianos, como Arcadio, que quizás desconocen lo que es una formación académica pero nos dan lecciones de sabiduría y honestidad.

El Independent ha dicho de él que es "uno de los mejores libros del año sobre España", mientras que el Sunday Telegraph añade que "mira a los españoles sin paternalismo y con simpatía." No puedo estar más de acuerdo.

La Montaña Sagrada es un libro hermoso, melancólico, lleno de luz, poesía y naturaleza por los cuatro costados. Es un canto a la vida en el campo, un canto a la belleza de lo que estamos perdiendo. Es una lectura gratificante, viva, pura. Es que dan ganas de agarrar todo y perderse en un caserío del Norte de mi Navarra...

La Montaña Sagrada es un libro que le encantaría, creo, a Homo Libris (lo siento, chavalote ^^). Pero, especialmente, es un libro para mi tío Jesús Mary. No sé por qué, pero todos sus capítulos me recordaban a él. Ahora entiendo un poco más su regreso al pueblo después de años viviendo en una gran ciudad: el amor por las pequeñas cosas, la alegría de la vida en el campo. Va por tí, tío.