miércoles, 20 de julio de 2011

La antigüedad y sus mitos

"-Quiero ser historiador.
-Y eso, ¿para qué sirve?"

"La Historia es una ciencia altamente subversiva. Algunos historiadores han definido su trabajo de esta misma forma y, sin embargo, para el gran público los historiadores y la Historia continuamos formando parte de una amalgama cultural poco perfilada cuyas características últimas se pierden en el polvo de los siglos y cuya utilidad ni está clara ni parece que vaya a aportar nada trascendente al discurrir humano y, desde luego, no algún tipo de cambio o giro social que justifique la primera frase de este párrafo."

¿Existió realmente en la península ibérica una civilización rica y avanzada llamada Tartessos? ¿Por qué la Arcadia griega es símbolo del paraíso terrenal? ¿De verdad las raíces célticas europeas son lo que la mayoría de la gente cree? ¿Y es la arqueología una profesión llena de aventuras? Quién no se ha hecho estas preguntas alguna vez, ¿verdad?, unos de pequeños y otros ya siendo mayores. Cuántos mitos pululan en la mente de la gente cuando hablamos de Historia Antigua y cuántos de ellos se siguen tomando por reales cuando, de hecho, no lo son.

Para contestar a unas cuantas de estas dudas, Siglo XXI nos presenta el ensayo La antigüedad y sus mitos: narrativas históricas irreverentes; una recopilación de nueve artículos de distintos especialistas sobre un variado grupo de mitos e ideales históricos: la Arcadia, la democracia griega, Tartessos, los celtíberos, o la esclavitud en Roma, sólo por nombrar algunos. Esta recopilación va precedida de un fantástico prólogo de Mª. Cruz Cardete, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y editora del libro, que trata sobre el papel del historiador en la sociedad:

"El ejercicio histórico no es, por tanto, una cuestión baladí. Reivindicar la Historia es reivindicar la importancia de los contextos para entender las actuaciones humanas, incluso aquellas, especialmente aquellas que a primera vista resultan incomprensibles, es reivindicar la capacidad crítica como vía de entendimiento, es reivindicar la diversidad, la enorme heterogeneidad humana, la capacidad y el derecho que todos tenemos a pensar distinto y no por ello estar equivocados. En una sociedad marcada por la progresiva fragmentación del conocimiento y la cada vez mayor especialización técnica, la Historia concebida como un análisis global del hombre y los procesos sociales a lo largo del tiempo y del espacio nos permite recuperar los contextos (el bosque oculto por los árboles), desvelar nuestras ideologías, nuestros parámetros culturales y pensar (sobre todo pensar) críticamente."

Resulta muy interesante para el gran público acercarse a la Historia Antigua de la mano de estos especialistas en el mundo antiguo para comprobar, por ejemplo, cómo los intereses políticos y nacionalistas han estado y están detrás de determinados mitos y creencias populares, como la España tartésica o la Europa céltica. O para entender que la evolución de un mito histórico es igual de importante que conocer la verdad sobre él:

"El análisis de los mitos que aquí presentamos no pretende alcanzar una Verdad, sino reflejar el proceso de construcción del discurso y cómo dicho proceso se adecua a los intereses y condicionantes de una época."

En cuanto a los artículos que componen el libro, me ha parecido especialmente interesante el que María Ruiz del Árbol Moro ha dedicado a la práctica de la arqueología y al mito de la figura del arqueólogo, algo deformada por la literatura, el cine y esas notas de romanticismo que han impregnado siempre esta profesión.

Quizás la más sencilla de todas las aportaciones sea la dedicada a Howard Carter por J. Ramón Pérez-Accino. Y eso que tiene un muy interesante planteamiento: seguir la evolución de Carter (y la creación de su mito como arqueólogo) a través de las funciones narrativas que Vladimir Propp identificó en los cuentos populares. Curioso y muy, muy revelador.

Personalmente, el artículo que más me ha gustado ha sido el que Gonzalo Ruiz Zapatero ha titulado con mucha gracia Roma conquistó la Galia... Y Ástérix y Obélix el mundo. Desenmarañando a los celtas. Creo que la cuestión céltica es una de las peor entendidas actualmente sobre nuestro pasado. Ruiz Zapatero explica maravillosamente bien el proceso de elaboración del concepto celta a través de las fuentes clásicas griegas, la lingüística histórica en los siglos XVIII y XIX, la interpretación arqueológica romántica, pasando por el folklore y la celtomanía tan de moda en los últimos años y la nueva arqueología crítica. Todo un making off de lo más increíble. Es que no deja ni un cabo suelto: el cine, el esoterismo, el nuevo paganismo... Todo descrito de una manera muy sencilla y amena. Poco más se puede pedir.


Claro que, evidentemente, en un libro de estas características tenía que haber un artículo más duro o denso que el resto. En mi opinión, el de Víctor M. Fernández Martínez sobre el postmodernismo en historia y arqueología es el de lectura más ardua, ya que es el más teórico e historiográfico de todos. Pero, ojo, que esto no le quita interés alguno.

En resumen, podríamos decir que nos encontramos frente a un libro francamete esclarecedor; una obra que puede servir para que muchos se acerquen a la Historia Antigua deshaciéndose de muchas ideas preconcebidas. Una obra que, por cierto, viene acompañada al final de cada capítulo de una interesante bibliografía por si se tiene interés en investigar más. Pero, sobre todo, tenemos ante nosotros un libro que fomenta la reflexión entre historiadores y el espíritu crítico en la profesión. Bienvenido sea.

"La Historia es compleja, sin duda, como complejo es el ser humano que constituye su sujeto de estudio, pero la complejidad no justifica la ocultación o el olvido. Los procesos históricos van a seguir ahí, los ignoremos o no, y seguirán afectando a nuestras vidas. Podemos deconstruirlos o dejar que nos controlen. La decisión no es sólo nuestra. Es, sobre todo, de ustedes."

La antigüedad y sus mitos: Narrativas históricas irreverentes. M.ª Cruz Cardete (ed.)
Editorial Siglo XXI
Madrid, 2010.
ISBN: 9788432313837
Tapa blanda
18 euros.

11 comentarios:

  1. ¡Pardiez, vaya título más interesante! Cierto es que la Historia, como tal, sufre en propia carne el azote de las mil y una historias y leyendas que se entretejen en ella.

    No está de más que vengan títulos críticos y amenos como este, que vienen a desmentir conceptos erróneos que podíamos tener y que nos enseñan que la clave del presente y del futuro se encuentra en el pasado y que, sin él, volveremos a cometer una y otra vez los mismos errores o partiremos de falsas premisas a la hora de organizar el andamiaje de nuestro crecimiento.

    Eso sí, no sé si soportaré que me desmonten el mito del arqueólogo aventurero, que conste. ;)

    ¡Uno más a la lista!

    Saludotes.

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  2. Ay, mi profesión también suscita un "y eso para qué sirve", cuando no un horrendo "bibliotequé??", con cara de pánfilos, jaja!

    Las profesiones olvidadas, ains! Interesante el libro, aunque no soy muy de leer ensayos... Glups!

    En serio los arqueólogos no son intrépidos aventureros?? Vaya! Tendré que replantearme mi relación... XD

    Interesantísima entrada, me ha gustado cómo has desglosado el libro.

    ¡Besos!

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  3. Hola Alienor, no sólo resulta interesante (el artículo sobre Carter me recuerda lo apasionante que me resultó en su día su tesón y los días previos a la apertura de la Tumba... ), sino que tengo por aquí cerquita un historiador al que este libro....¿crees que le gustará?, jijiji!

    Me gusta lo de subversivo, yo vivo con uno que encaja en el término, si además le añades provocador...

    Un fuerte abrazo

    El Guisante Verde Project

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  4. Homo Libris: Hombre, que tampoco te lo desmontan tanto porque ten en cuenta que incluso a los arqueólogos les encanta, en el fondo, hablar románticamente de su trabajo. :P Pero te ponen los puntos sobre las íes en cuanto a la rigurosidad y al método científico: no siempre mis amigos arqueólogos van por ahí huyendo de piedras gigantes y encontrando grandes tesoros... XDDD

    Lady Boheme: me temo que con esa frase de "¿para qué sirve?" nos toca lidiar a todos los que hemos estudiado, hoy en día, una carrera de Letras...
    Leñe, no recordaba que Chevius es también historiador, je, je. Pero recuerda que, si no vive apasionantes aventuras, te puede narrar otras maravillosas. XD
    ¡Y a leer algún ensayo, querida! ;)

    Maribel: Seguro que a tu historiador le parecerá más que interesante el libro. :) Eso sí, creo que todos desearíamos que algún artículo fuese más grande, o que se escribiera otro libro sobre el tema. Menos mal que la bibliografía invita a investigar más y más. ;)

    ¡Un abrazo a los tres!

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  5. Claro, claro, a eso me refería. Que se tenga una concepción romántica del propio trabajo, máxime cuando es tan enriquecedor como este, es lógico. Es la parte aventurera que nos han "vendido" durante estos años la que no siempre podrá darse. Pero historiadores, arqueólogos, antropólogos, biólogos... ¡ains! Tanto da, son trabajos que permiten ilusionarse y soñar. ;)

    Un abrazote.

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  6. "¡Pardiez, vaya título más interesante!"

    Copio lo dicho por Homo Libris porque no se puede decir mejor.

    Uno de los temas sobre los que se oyen más tonterías es la Historia (lo que da mucho miedito).

    No me refiero a juicios y opiniones personales, sino a que la gente tiene una idea "absoluta" de todo.

    Algo así como si ya existiera una versión definitiva de todo el devenir del ser humano, al estilo "Érase una vez el hombre".

    O lo que es peor, confunden novela histórica con documentos históricos de la más incuestionable veracidad.

    pd. Es que he vuelto de vacaciones y estoy muy macarra.

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  7. ¡Hola, Loque!

    ¡Jejeje, pero qué maja eres! Oye, hay que ver, que tenga que leerte en el blog de Alienor y esté pendiente de qué nuevo se cuece por el tuyo... Nos tienes en ascuas: ¿acabará el verano sin una entrada tuya? Bueno, tenemos agosto para ponernos al día, y yo no soy precisamente el mejor para decir nada sobre la frecuencia de escritura, jejeje.

    Le mando a usted por este medio un teramontón de printeos y un breve rebuteo.

    Besotes.

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  8. Loque: Tienes toda la razón del mundo. ¡Ah, las veces que tenemos que escuchar que tal o cual acontecimiento histórico fue así o asao porque lo dice una novela! La última, una cliente que me afirmó que la mujer estaba super liberada en la Edad Media, no como ahora. Y no recuerdo ahora en base a qué novela me lo dijo. ¡Cachis! ;)

    Homo Libris: espero que no tardemos mucho en leer una entrada de Loque, con lo que nos reímos siempre con ellas. XD

    ¡Un abrazo a los dos!

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  9. ¡Hola a todos! Esta es mi primera intervención en el blog, ¡y no será la última, que me gusta! Mi enhorabuena para su autora, con la que comparto intereses, formación académica y el amor al trabajo de librero, que desempeñé en otro tiempo.

    Me ha llamado la atención de esta entrada las líneas dedicadas al "celtismo" y lo mucho (y amenudo tan mal) que se suele hablar de él. Admito que distintos nacionalismos europeos se sirvieron de él (y aún hoy lo hacen) para forjar su sueño de conformar un Estado. Todos los que hemos estudiado historia sabemos, sin embargo, que la nación es algo posterior al Estado y que sin la legitimación de éste no hay nación que valga. A pesar de ello, me suele desagradar bastante las críticas que a lo largo de los años he podido escuchar en contra de la existencia de una identidad céltica. Desde mi punto de vista, que no deseo imponer, la existencia de identidades es un hecho que ningún historiador debería descuidar y que, por supuesto, no debería intentar desmentir recurriendo a los hechos históricos, pues en tal caso habría tomado un camino exegético erróneo. La identidad es una cuestión "intencional", esto es, una necesidad antropológica de la conciencia humana, y, en consecuencia, tiene su fundamento en lo que algunos llamamos el "mito", entendido éste no como un relato irreal, pseudohistórico o ficticio, sino como aquella operación de la conciencia humana que construye los valores y que hace valioso y significativo lo que de por sí no lo es: los hechos. Para un mayor conocimiento del mito remito a un par de libros que quizá os suenen, uno de cariz genealógico ("La invención de la mitología", de M. Detienne) y otro de aromas inequívocamente filosóficos ("La presencia del mito", de L. Kolakowski). En definitiva, admitir la naturaleza mítica del celtismo no significa ni debe significar necesariamente negar su presencia (su existencia), su función antropológica, ni por supuesto su riqueza cultural y artística. Saludos. Peredur.

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  10. ¡Hola de nuevo! Dije que volvería a intervenir y ya veis que vengo con ganas, jeje.
    Fue Sartre, entre otros que también han tocado el tema, el que hizo popular en su día la reflexión sobre el sentido de los acontecimientos (en especial sobre el sentido de nuestras vidas) cuando tales acontecimientos son narrados en un relato. Venía a decir más o menos que los acontecimientos que uno vivencia carecen de sentido hasta que son incluidos en un relato.
    Todo esto viene en relación a lo que decíais sobre el poder tergiversador de la novela histórica sobre la historia, y en concreto, añadiría yo, sobre la historia de las mentalidades. Cuando un novelista hace de la historia el marco concreto de su narración literaria es inevitable que dote de sentido y aporte color a las vivencias "históricas" de sus personajes. Esto, por supuesto, transporta los acontecimientos históricos a una dimensión que no es la suya de origen y ,por lo tanto, les ofrece una esencia contemporánea que seguramente no tuvieron. Este es uno de los peligros más importantes ante los que se enfrentan los historiadores, como bien sabemos, y de ahí la necesidad de acudir a metodologías y ciencias auxiliares con las que salvar tan altos muros. En definitiva, aunque el Horacio de "Hamlet" confesara ante su agonizante amigo ser más romano que danés, lo cierto es que lo que verdaderamente era este personaje es shakespereano, esto es, inglés. Por otro lado, aunque es bien cierto que la emancipación de la mujer no se produce sino hasta el siglo XX, hay numerosos estudios sobre el cambio de mentalidad que se produjo entorno a los siglos XII-XV sobre la imagen de la fémina e inclusive sobre su eclosión subjetiva. Miguel Cereceza (profesor de filosofía en la UAM) tiene publicado un libro interesante en este respecto bajo el título "El origen de la mujer sujeto" (Tecnos).
    Un placer escribir en este blog; prometo intentar ser menos teórico y más ameno en futuras intervenciones. Saludos. Peredur.

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  11. Peredur: gracias por tus palabras y por tu interesante aportación. Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que dices sobre los mitos fundacionales de las identidades históricas (maravilloso el libro de Detienne, por cierto) y sobre los riesgos de las novelas históricas y su esencia contemporánea. Intuyo, no sé por qué, que puedes aportarnos unos puntos de vista muy interesantes con los que enriquecer este blog en próximas entradas. ;)

    ¡Bienvenido!

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