Que levante la mano quien, como buen amante de la lectura desde su más tierna infancia, no ha disfrutado en su juventud y en sucesivas relecturas con clásicos de aventuras del XIX. Libros como
Ivanhoe,
Scaramouche,
El Conde de Montecristo... Esas historias de corte histórico, con sus dosis de amor y peligros, que enganchaban a cualquiera. Pues en Navarra tenemos el privilegio de contar en nuestras bibliotecas con una maravillosa novela que está a la altura de esos clásicos. Estoy hablando de
Amaya o los vascos en el siglo VIII, del escritor Navarro Villoslada.
Todo lo que pueda decir de esta novela sería poco. En primer lugar, tengo que admitir que es un libro de los que más me ha marcado. En mi tierra es tan célebre que hasta tuvimos una maravillosa adaptación al cómic con la que muchos crecimos de pequeños. A mí me encantaba esa epopeya. Recuerdo mirar las ilustraciones de hito en hito, pensando que Amaya era la mujer más hermosa que ningún escritor o dibujante hubiese creado jamás . Recuerdo que quería su misterioso brazalete de oro, heredado de su madre ("
Amaia da asiera", se leía en él: "El fin es el principio"), que me emocionaba con las luchas entre vascones y godos, que me asustaba la aparición del Basajaún y del dragón... Estaba, en fin, tan obsesionada con la historia que recuerdo una vez estar en un campamento y, cuando llegó el momento de decir de dónde éramos -"yo soy madrileño", "yo, aragonesa" y tal-, fui y exclamé ante el asombro popular: "Yo soy vascongada." Ahí, a mis siete añitos. Qué mongola. XD

Navarro Villoslada fue político y un destacado periodista, pero ahora se le conoce especialmente por su faceta de escritor, principalmente por obras históricas como
Doña Blanca de Navarra. Creo, sin embargo, que si
Amaya no goza de una gran popularidad a nivel nacional es porque la publicó, desde el punto de vista literario, ya tarde: cuando en España triunfaban en la novela histórica los realistas como Galdós. Sin embargo, según palabras de Jorge Campos, Amaya fue "
una bella flor tardía." Pero en Navarra, claro está, su historia conmovió a las masas. Por ella se le denominó "
el Walter Scott navarro" o "
el Homero de Vasconia" y Amaya fue calificada como "
La Ilíada del pueblo vasco". Yo añadiría un calificativo más: "
El Señor de los Anillos navarro". XD
Porque no en vano la historia (poca), la leyenda y las tradiciones (bastantes) y la fantasía (mucha), se unen en una historia épica digna sucesora de las grandes epopeyas de la literatura.
Amaya narra la historia de la princesa del mismo nombre, una joven hija del noble visigodo Ranimiro y de la vascona Lorea, que es testigo de la guerra que enfrenta a sus dos pueblos desde hace tres siglos. Lo que desconoce Amaya es que su madre era la primogénita y heredera del linaje del mítico patriarca vascón Aitor y que huyó del último reducto pagano de su pueblo para convertirse al cristianismo -la mayoría de las familias vasconas de la historia son ya cristianas, y por lo tanto mal consideradas por la ya pequeña rama central descendiente de Aitor-. Considerada Lorea como una traidora por casarse con el principal enemigo de los vascones, su familia más cercana hace que caiga en el olvido tras su muerte al dar a luz en secreto y, de esta manera, muy pocos sabrán entre los vascones que su princesa es una hermosa muchacha criada entre los godos. De esta forma y años más tarde, Ranimiro y su hija caerán presos de los vascones en una emboscada cerca de Pamplona y allí es donde uno de los capitanes de los euskaldunes, García Jiménez, unirá su destino al de Amaya para siempre bajo el lazo de un amor imposible. Amaya, que en un principio parece destinada a casarse con su primo Pelayo, duque de Cantabria...
A este núcleo narrativo Navarro Villoslada añadió muchas tramas y otros personajes de interés: la historia de las siete tribus de Aitor (con sus profecías, el tesoro de los vascos, la mitología pagana que moría frente al cristianismo...); Teodosio de Goñi, uno de los cabecillas de los vascones y visto por todos como posible futuro rey de su pueblo, la inclusión de una segunda Amaya (Amaya de Butrón, prima de la Amaya vascongada, para la mayoría la heredera legítima de Aitor) y otros mil sucesos que complican la trama y la extensión de la novela. ¿Y he dicho ya lo del dragón? XD
No sé si os he conseguido explicar algo u os he liado un poco, porque me resulta casi imposible resumir en unas pocas líneas el argumento y la belleza de
Amaya. Y que nadie piense que es un alegato nacionalista de los de ahora, porque en fin... Navarro Villoslada comienza la acción de su obra en el momento de la llegada musulmana a la península en el 711. Godos y vascones, hasta entonces enfrentados, se unen frente al enemigo común para defender lo que tienen en común: la religión cristiana. Y, en palabras de Carlos Mata Induráin, "
la Cruz acaba uniendo a los seculares enemigos, y de la unión de ambos pueblos -simbolizada por el amor entre Amaya y García Jiménez- nace, según la tesis tradicionalista del escritor, una nueva realidad que será el embrión de la monarquía católica nacional de la Edad Media y, en definitiva, de España." Amaia da asiera...
Si os gusta la novela clásica de aventuras, leed este libro. Si os gusta la epopeya, leedlo. Si os gustan las historias de amor como las de antaño, leedlo. Bueno: leedlo, de verdad. Cuando me di cuenta por primera vez de que
Amaya era un libro prácticamente desconocido a nivel nacional, no pude evitar que me invadiera la tristeza. Pero recuerdo con emotividad una lectura de cuentos en la Sociedad Tolkien, en la que leímos un fragmento de ella: era la espectacular escena en la que, en medio de la emboscada a Ranimiro, el caballo de Amaya se encabrita y corre desbocado hacia el precipicio en la cima de las Dos Hermanas, mientras ambos pueblos cesan la lucha, aterrorizados godos y vascones por el destino de la hermosa princesa... Recuerdo cómo después de la lectura se nos acercó una compañera de Valencia toda emocionada para preguntarnos cómo conseguir la novela. Y doy fe de que ahora la tiene en la librería de su casa. ^^
Y es que, ¿cómo no leer una novela que, al final de la introducción del autor, dice así?:
"¡Gloria a Dios, y lancémonos a las tinieblas de lo pasado por entre selvas seculares y monumentos megalíticos, sin más guía que frases de la historia, fragmentos de cantares, leyendas y tradiciones, a sorprender a dos grandes pueblos en el supremo momento de su implacable lucha, para ver cómo acaban unas edades y cómo empiezan otras, y cómo viene a ser principio lo que parece fin: que fin es lo que en vascuence significa Amaya, y en lenguaje cristiano se llama Providencia!"