viernes, 16 de octubre de 2009

Releyendo "El amor la soledad"

"¿Quieres que te diga la verdad? La filosofía no tiene ninguna importancia. Las novelas no tienen ninguna importancia. Sólo cuenta la amistad; sólo cuenta el amor. Digamos más bien: sólo cuentan el amor y la soledad. O mejor aún: sólo cuenta la vida. Los libros forman parte de ella, sí, y eso es lo que les salva. Pero no por eso la vida deja de seguir su curso... Los libros forman parte de ella pero, ¿cómo podrían contenerla? Hablan de ella pero, ¿cómo podrían reemplazarla? A lo sumo pueden decir la verdad de lo que vivimos, esa verdad que no está en los libros o que no puede estar en ellos más que porque está primeramente en nuestra vida. Verdad del sufrimiento y de la alegría, de la entereza y del cansancio, verdad del amor, verdad de la soledad... ¿Para qué sirve si no la filosofía? ¿Para qué sirve la literatura? Y sin amor, ¿de qué sirve vivir? Sigo citando a Laforgue: "¡Qué solos nos encontramos! ¡Qué triste es la vida!". Sin embargo, ahí nace el amor, y la alegría, la única auténtica alegría, que es la de amar. Es lo que he leído en Spinoza y lo que la vida me ha confirmado. Todos los acontecimientos más comunes de la vida son vanos y fútiles, y sólo el amor es extraordinario, cuando se llega a amar, y eso sucede a pesar de todo. Al menos un poco, al menos alguna vez, incluso mal, incluso de forma mezquina y triste... La cuestión no está en saber si la vida es bella o trágica, ridícula o sublime (es lo uno y lo otro, naturalmente), sino si somos capaces de amarla tal como es, es decir, de amarla. Eso deja a la literatura en su puesto, que no es el primero ni el último. Los libros no valen más que en la medida en que nos enseñan a amar; por eso algunas obras maestras son irreemplazables, y por eso tantos libros no valen nada -¡y las novelas de amor, salvo excepciones, menos aún!-. "Eso es una novela", se dice a veces, cuando se quiere decir: eso es una sarta de necedades y de mentiras. Pues sí, la mayoría de las novelas no son más que "una novela". Tengo algo mejor que hacer: tengo algo mejor que vivir. Lo más urgente es dejar de mentirse. La verdadera vida no es la literatura: la verdadera vida es la vida verdadera."

Aquí dejo esta reflexión de uno de mis filósofos de cabecera junto a Montaigne. Aquí, en un blog de literatura, qué ironía después de lo escrito. ;) Adoro a Comte-Sponville. Siempre es un placer y una iluminación releer sus obras. Especialmente, tras haberse zambullido una en la desesperación de Cioran, con todas sus contradicciones y su pesimismo. Creo que lo único que les une es su rechazo a un sistema filosófico... Cioran es hermoso, pero abruma, angustia y entristece; Comte-Sponville, por el contrario, es humilde -sigue la estela de Montaigne en aquella frase de "yo no enseño, yo cuento"- y me ayuda a sentirme mejor.

"Este libro me satisface, y ojalá satisfaga también a los lectores como está, frágil e imperfecto. Esta fragilidad forma parte de la vida. ¿Por qué no habría de ocupar su lugar también en los libros?"


Me gusta la prosa de André. Es sencilla, hermosa, cercana; no trata sobre abstracciones insípidas ni trata de ser original ("No busco la originalidad: ¡una idea que nunca ha tenido nadie tiene todas las posibilidades de ser un disparate!") . Es lo que es: humano. Es lo que yo espero que un pensador sea: un humanista.

6 comentarios:

  1. "Los libros no valenmás que en la medida en que nos enseñan a amar; por eso algunas obras maestras son irremplazables..."

    Esto lo escribio nada más leer El Señor de los Anillos, ¿verdad? Porque podría ser una reflexión emanada de esa gran obra de Tolkien.

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  2. :D Coincido con nuestro Último Íbero: esa cita debió de escribirla justo al terminar la lectura de ESDLA :)

    Me parece interesante lo que dice, pero en esta ocasión he de discrepar con él (no podía ser menos, perteneciendo a la especie Homo libris ;)). Creo que la literatura es vida en sí misma. No una vida "real" sino una paralela, ciertamente, que en ocasiones es capaz de plasmar nuestras miserias y, en otras igualmente numerosas, nuestras virtudes. La literatura es vida, por cuanto es la esencia del hombre, y refleja su capacidad de expresarse, de imaginar e, incluso, de soñar. Todo esto es lo que nos caracteriza, es nuestro Anillo Único: un terrible tesoro que tanto puede salvarnos como condenarnos.

    Muy interesante reflexión, de cualquier manera. No conocía a Comte-Sponville, así que me lo apunto para seguir indagando sobre él.

    Un abrazo.

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  3. Estamos ante un gran filósofo de nuestro tiempo que ha sabido volver a los orígenes de la filosofía, buscando las verdades eternas sobre la vida y para quien filosofar es buscar la verdad más que la sabiduría y por ende la felicidad. Es un hombre culto, porque ha leído mucho y su preocupación principal se centra en vivir la vida tal y como es y amarla con sus momentos, también, desagradables. Pero es lo que tenemos, “hay una vida antes de la muerte”, escribió alguien en un muro en Paris y debemos aprender a vivirla y para esta labor es fundamental la lectura como instrumento para ilustrarse, reflexionar y cultivarse. En este blog se habla mucho de los libros y se reflexiona, luego está la labor personal de cada uno para seguir unas u otras lecturas que nos proporcionen felicidad y sabiduría. Te animo “sobrina” a seguir en esta línea junto con todos tus seguidores. Un abrazo

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  4. Último Íbero: Mira que no me veo yo a Comte-Sponville leyendo a Tolkien por lo que opina en general de las novelas, pero esa cita nosotros la tenemos que relacionar sin lugar a dudas con "El Señor de los Anillos." XD

    Homo Libris: Que conste que yo también discrepo aquí con Comte-Sponville. ¡Es lo bueno que tiene este hombre! Que te hace reflexionar, aunque no siempre se esté de acuerdo con él. ^^

    Jesús Mary: por eso precisamente me gusta este hombre, porque habla sobre la vida con sencillez, preocupándose por lo que es más importante. Este rincón es un sitio para hablar de libros e intercambiar reflexiones, con el único fin de aprender de los demás. Al menos, yo lo veo así. :)
    ¡Un abrazo, tío!

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  5. peciosa entrada, por supuesto, me lo llevo en mi lista (ahhh como crece).
    He tenido dos amigas que murieron de cáncer muy jóvenes y es totalmente cierto: enfrentando la muerte uno se da cuenta de que lo único que vale la pena en la vida es lo que uno ha amado, las personas con las que has disfrutado y lo gozado...la vida es un ratito, como dice Juanes ¡a disfrutarla! y si es con un buen libro, ¡tanto mejor!

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  6. Bibliobulímica: Me alegro de que te haya gustado la entrada. :) La verdad es que estoy totalmente de acuerdo con lo que dices y creo que te gustará este libro. No soy la primera ni la última que piensa que, a mucha gente con problemas de depresión o melancolía, les vendría bien leerlo porque tranquiliza, alegra y reconforta. La filosofía al servicio de la vida, así debería ser siempre, ¿verdad?. ^^
    ¡Un abrazo!

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