domingo, 30 de agosto de 2009

Encuentros heroicos: seis escenas griegas

Acabo de terminar la lectura de Encuentros heroicos de Carlos García Gual y la felicidad me inunda. ¡Qué maravilla de libro! No sé si me ha gustado más su selección de pasajes clásicos, su sencillez a la hora de explicar los textos de manera divulgativa, su manera de transmitir el amor que siente por ellos o su reflexión final. Vamos, ¡que me ha gustado todo!

En esta pequeña obra, lo que ha hecho el señor García Gual es acercarnos varios fragmentos de la literatura clásica griega y reflexionar sobre ellos, incitando a una lectura detenida a través de sus comentarios. Como bien dice él en la introducción, la lectura comentada no está de moda y menos si se trata de lecturas clásicas. ¡Pero ah, si se recomendaran libros como éste en los institutos o incluso en las universidades, otro gallo nos cantaría!

Como lectora voraz de ensayos sobre el mundo antiguo, reconozco que los historiadores y los filólogos pecamos muchas veces de estudios sesudos en los que predominan más los pies de página que el texto en sí. Intentad hacer entender a algún alumno novato libros así, como he intentado hacer yo, y veréis qué resultado tan patético se obtiene... A veces tendríamos que darnos cuenta de que leer un ensayo de, no sé, Nicole Loraux, es fascinante para nosotros, pero puede resultar muy complicado para gente poco acostumbrada a estas lecturas. Por eso defiendo la labor de helenistas como Lane Fox, Bernardo Souvirón o, en este caso, García Gual, que acercan los clásicos y el mundo antiguo de una manera tan sencilla y maravillosa al público general y, de paso, nos hacen disfrutar también a los especialistas.

Las seis escenas que nos invita a recorrer el catedrático de la Complutense son perfectas: la escena del encuentro entre Príamo y Aquiles en la Ilíada (para mí, la escena más bella de la epopeya junto a la despedida de Héctor y Andrómaca), la de Ulises con su porquerizo Eumeo en la Odisea (¡Mi favorita también!), las súplicas de Tecmesa a su marido en el Áyax de Sófocles, el encuentro privado de Medea y Jasón en las Argonáuticas, el final romántico de Quéreas y Calírroe en la novela helenística que tiene por título sus nombres y, por último, ese episodio de Alejandro Magno donde los árboles del Sol y la Luna le profetizan su muerte en Vida y hazañas de Alejandro Magno. ¿Se puede hacer una selección más fascinante, hermosa y variada? Difícilmente.

Todo en el libro de Carlos García Gual me parece emotivo y precioso pero si tuviera que elegir, me quedaba con su reflexión final sobre la importancia de la religión en la literatura griega y cómo podemos sentirnos frente a las adaptaciones modernas de los clásicos en ausencia de los dioses. ¡Qué hermoso capítulo final para cerrar un libro fantástico que todo el mundo debería leer!

Para finalizar, me gustaría compartir dos fragmentos. El primero es una referencia que me ha emocionado en mi corazoncito tolkiendili al hilo de los árboles proféticos y Alejandro:

"Los árboles parlantes, en voz y sexo humanizados, son menos extraños que los árboles caminantes de otras mitologías, pero también menos humanos que esos árboles de los relatos de Tolkien, dispuestos a socorrer a los humanos." ^^

El segundo es un fragmento de ese tremendo libro llamado Los dioses de Grecia de Otto, que sabiamente García Gual ha transcrito del original en su epílogo "Si se ausentan los dioses" y que me parece una bella reflexión para animar a cualquiera a leer, en una soleada tarde de verano, estas seis escenas griegas:

"Al hombre moderno no le será fácil llegar a una justa comprensión de la antigua religión griega. Lleno de admiración, se detiene ante las imágenes de los dioses de la gran época y siente que el esplendor de estas figuras es y será único en su género. Al mirarlas posiblemente experimentará un estremecimiento ante lo eterno. Pero lo que oye de estos dioses y de sus relaciones con los hombres no tiene eco en su alma. Pareciera que falta la seriedad religiosa, aquella melodía de inefable elevación y solemnidad que veneramos íntimamente desde la infancia, y cuando nos enfretamos con esa realidad se hace claro lo que echamos de menos. Esta religión es tan natural que la santidad, aparentemente, no tienen cabida en ella."

Los dioses de Grecia, Walter F. Otto.

6 comentarios:

  1. A mi parecer, los bloggers deberíamos recibir cursos de comedimiento en la expresión de nuestras opiniones. Lo que no es posible (y daría para llevar a cabo algún estudio sociológico al respecto) es que un inocente lector acuda al reclamo de una nueva entrada y, tras su lectura, termine con la acuciante necesidad de acudir a la librería más cercana para hacerse con el título recomendado.

    Así es como me voy de aquí, tras leer tu recomendación del libro de García Gual: amedrentado ante la avalancha de lecturas que amenaza con sepultarme el próximo otoño, entusiasmado por el nuevo descubrimiento :)

    Eso sí, coincido en la apreciación de los ensayos: hay algunos (sean de la temática que sean) que asustan a las claras al lector casual que intenta iniciarse en el tema que tratan, ya sea por la profusión de notas a pie de página, tablas o relación de datos, citas y bibliografía. Otros, por contra, tienen un carácter mucho más didáctico, más divulgativo, y son capaces de deleitar tanto al estudioso y entendido como al neófito que comienza a dar sus primeros pasos en esa materia. ¡Sin duda alguna, bienvenidos sean textos como esos, capaces de animar e ilusionar al más pintado!

    Saludos.

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  2. Chaval, me dejas en la encrucijada de sentirme entre emocionada porque alguien hace caso de mis recomendaciones, o angustiada al pensar que puedes acabar en la ruina, porque yo comedida... XDDDDD
    ¡Tendré que abstenerme de comentar algo más de Carlos García Gual por lo menos en los próximos seis meses! ^^
    ¡Un saludooooo!

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  3. Hola Alienor. Volveremos a comentarte esta entrada, pero ahora te explico lo de los comentarios en post "viejos", aunque seguro que HomoLibris lo haría mejor que yo.

    Si no te quieres complicar la vida, puedes utilizar el gadget de blogger, "Suscribirse a", no es muy estético, pero funciona y así puedes suscribirte tu misma y en la barra del navegador te pondrá el número de comentarios nuevos que tienes, sea en el post que sea. Así no perderás ninguno. ;-)

    En El Guisante tenemos puesto arriba a la izquierda un monigote que básicamente hace lo mismo, pero es más bonito, jejeje, lo que pasa es que también es más complicado de comfigurar, pero bueno nosotros tenemos tan modificada la plantilla que no la reconoce ni blogger, jejeje.

    Un saludo!!
    :)

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  4. ¡Gracias por la información! Ya he conseguido encontrar la manera de que el blog me mande un aviso al mail cada vez que se comente una entrada. Es un engorro a la hora de borrar mails de la bandeja de entrada, pero me ahorro el llenar más la página principal del blog de historias, ¡que ya la tengo muy saturada! XD
    ¡Un saludo!

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  5. Buenas.

    Eso iba a comentaros, que existe una forma de que Blogger avise mediante un correo electrónico de la existencia de nuevos comentarios, así es como lo tengo yo. También habilité la moderación de comentarios para entradas con más de 15 días, para evitar posibles intromisiones y spam :)

    En cuanto a las recomendaciones, yo tampoco sé si sentirme feliz y contento por ellas, por descubrir nuevos libros y autores, o atemorizado por el saqueo que supone para los bolsillos XD

    Saludos.

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  6. Acabo de copiarte vilmente lo de la moderación de comentarios con más de 15 días. ^^

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