domingo, 28 de marzo de 2010

Domingo, tarde de poesía

"Porque, digámoslo de una vez, hablar de Safo es hablar, ni más ni menos, que de poesía, lo cual significa no sentirse en la obligación de hablar. Y el adjetivo sáfico no se puede entender sino como un sinónimo más del misterio poético. Tales fueron los quehaceres de esta mujer hilvanadora de palabras en esa rueda secreta cuyos engranajes nadie está en posición de desentrañar ni comprender, afortunadamente para todos los que necesitan la poesía para llegar a levantarse cada mañana con algo de decencia. Las palabras son pozos sin fondo de sueños colectivos, en su legado acumulan innumerables estratos de vidas, ciudades, portentos y caminantes, y resuenan en cada labio, siempre distintas e iguales, desde un abismo inmenso donde la etimología y la gramática apenas logran asomarse sin un escalofrío de vértigo.
[...]
Hablar de Safo es hablar de las palabras y el resto, los mapas de su vida, sus odios y sus amores, las casualidades de ser mujer y griega, de haber vivido en una isla de Asia Menor de afamadas sonoridades y pertenecer a ese colectivo que solemos llamar "los antiguos", todo eso no es más que materia del tiempo y de las nubes.
Por lo cual no hay mejor manera de adentrarse en los versos sáficos que desde una saludable posición de ignorancia.
[...]
La leyenda de Safo seguirá dando vueltas, qué duda cabe, y su nombre rebotando en innumerables ecos. Pero la cantora siempre se guardará un as en la manga, amargo triunfo. Porque para siempre se habrá puesto la luna y la noche será tierra de nadie en unos versos que merecen en justicia la memoria, que brillan más allá de las vestiduras de la danza o el ámbito del ritual o el silencio de la tipografía; versos cuya bonanza consiste en no reflexionar ni dar respuestas y que parecen haberse dicho por primera vez en ningún tiempo y en ningún lugar."

-Juan Manuel Macías, prólogo a Poesías de Safo-

5 comentarios:

  1. Hola. Una serie de casua(causa-)lidades me han traído hasta tu bitácora. Te agradezco mucho la cita que haces de mi libro.
    Un saludo, y felicidades por el blog.
    J.M.

    ResponderEliminar
  2. ¡Oh, Dios mío! ¡Qué agradable sorpresa! Gracias por tus palabras, Juan Manuel. Y enhorabuena por tu libro: disfruté muchísimo con él. Es, desde mi humilde experiencia, una de las mejores traducciones de Safo que he tenido la oportunidad de leer.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Con un domingo de retraso me tienes por aquí, releyendo y comentando por vez primera. En estas que me encuentro con el autor de la cita que nos ofreces y con tu sorpresa, jejeje. Es genial lo que nos dan, en ocasiones como esta, los blogs, ¿verdad?

    Bueno, a lo que iba. A Safo la conozco más por terceros y por el archiconocido fresco de la casa de Pompeya que por su propia obra (para escarnio propio), así que tomo nota para incluirla entre los pendientes.

    Aunque no venga al caso, ya he puesto remedio respecto a Viajes con Heródoto. Lo he comenzado hoy mismo y me está encantando. :)

    ¡Gracias por tus recomendaciones, como siempre!

    Un abrazote grande.

    ResponderEliminar
  4. ¡Hola, Homo Libris!
    Con Safo, más vale tarde que nunca. ;) ¿Y a que son curiosas estas cosas de internet? Que escriba esto, que me conteste el traductor... Alegran el día. ^^
    Me alegra que te esté gustando "Viajes con Heródoto". Ya sabía yo... XDDDD A ver si tengo tiempo esta noche y mañana y actualizo el blog con alguna de mis últimas lecturas. ^^
    ¡Un besote!

    ResponderEliminar
  5. Yo tengo pendientes lecturas y escrituras varias, pero de momento disfruto de lo lindo leyendo vuestros blogs.

    Internet es de lo más curioso, de veras, jejeje. Hasta te recomiendan buenos y divertidos libros como el de Viajes.... Lo estoy compaginando con uno de Vonnegut, así que la diversión está más que asegurada. Ya os contaré.

    Un abrazote grande.

    ResponderEliminar